Rafael Pascual: "La idea de 'Malditos padres' nace en el afán de descubrir que nada es casual en la personalidad de los hijos"

Publicado el 24 enero 2017 por Vivelibro @infoviveLibro
Entrevistamos a nuestro autor Rafael Pascual quien publica con viveLibro su primera novela, aunque es un autor de reconocido éxito en su Argentina natal con más de cuatro títulos en el mercado. Con Malditos padres, Rafael nos muestra una historia en la que la vida de varias mujeres se entrelaza.
Os dejamos con la entrevista completa a nuestro autor en la que nos desvela algunos detalles sobre cómo surgió la idea de escribir la novela.

viveLibro (V): Rafael, ¿cómo surgió la idea de ponerte a escribir?
Rafael Pascual (RP): Hace años, me convertí en junta letras, hasta que un Cáncer de lengua, puso fin a mi vida de locutor comentarista. Todo cuanto padeces da fuerza y nació mi primer libro Rapsodia Azul, mezcla de vivencias y autobiografía, mi primera incursión en relatos cortos es: Galimatías, Noventa preguntas y Un Dios verdadero, volví a la novela con La Última Caída. La pasión por la escritura crece con: Los Cielos, La Veleta Locura del Viento
V: ¿Qué van a encontrar los lectores en Malditos padres?
RP: Malditos Padres es una dilogía novelada; la primera parte Once Horas, cinco días, tres años, es un reencuentro marcado en el que el reloj señala el desasosiego de quien espera; unidas en la ansiedad e incertidumbre, el recuerdo es presente en Lizeth y Carla, acude el amor que en ellas despertó espontáneo, sueño idealizado en el que afloran, heridas profundas de infancia y adolescencia. La defensa de esa unión termina de la misma manera que comenzó. Lizeth, desgrana uno a uno personajes, propios y ajenos que interfirieron en esa vínculo incomprendido por los demás unión. El reencuentro desnuda a las dos en un camino, el camino que recorren hasta volverse a ver.
La Segunda parte: Adriana Duerme. Realidad distinta situada en Madrid en el amanecer de la democracia, con todos los tintes que dejó la dictadura. Madre y maestra autoritaria es centro de delirio, imaginación y realidad, que la aboca recuperar a Adriana, su hija. Su instinto la lleva a sacrificar a Adrián, su hijo, víctima sometida a una rígida disciplina que día a día va minando al niño quien adquiere modos y maneras de esa hermana que no está e influido y dominado por esa relación, le da vida. En el colegio siente el desprecio de sus compañeros. La alarma llega a Matilde que se vale de un alumno para salvar a su hijo; lejos de conseguirlo, los dos despiertan al sexo en esa maraña de, secretismo que suma culpables e inocentes. El albor de la adolescencia, marca un final al que cada uno debe enfrentarse refugiado en la mentira.
V: ¿Cómo surgió la idea de la novela?
RP: La idea nace en el afán de descubrir que nada es casual en la personalidad de los hijos. Hay una simiente que los padres, con o sin culpa, siembran en sus ellos.
V: ¿Qué ha sido lo más fácil y lo más difícil de escribir este libro?
RP: Lo más difícil, ser Lizeth y Carol. Lo más cercano, las vivencias de una niñez que me situó cerca de Adrián.
V: ¿Qué otros escritores te han servido de referencia?
RP: Boris Vian, Kader Abdolah, Josefina Aldecoa.
V: Qué le dirías a los lectores para que eligieran Malditos padres.
RP: Que el lector no sienta un desfile de personajes, analice la razón de cada reacción, lo lleve al pensamiento de una realidad, a veces escondida, otras simuladas y las restantes ignoradas.