Como pasa con tantos otros personajes históricos, mito y realidad componen la misma tinta con la que se escribió la vida de Ragnar Lothbrok, un vikingo de moda actualmente gracias a la gran serie de TV "Vikings".
Héroe para uno, villano para otros... pero valiente y despiadado para todos, Ragnar es recordado en la tradición escandinava como un rey guerrero osado y sanguinario que tuvo en jaque a la Europa del siglo IX (especialmente Inglaterra y Francia) a golpe de hacha y espada.
No obstante, su vida, e incluso su existencia, siguen siendo objeto de discusión entre los historiadores hoy en día pues los pocos datos que se tienen sobre él proceden principalmente de las Sagas Islandesas, un compendio de historias, cuentos y poesías acerca de eventos ocurridos en las tierras nórdicas durante la Edad Media. Se cree que cuando los nórdicos narraron la saga de Ragnar (unos 200 años después de su muerte) quizá podrían haber utilizado diversos hechos y acontecimientos de distintos miembros de su familia, creando así una única historia.
De cualquier forma, parece que la opinión más aceptada actualmente es que sí que existió.
NACE UN HÉROE
Ragnar nació supuestamente durante la primera mitad del S. IX, pero se desconoce la fecha exacta así como el lugar (se cree que posiblemente fuera Dinamarca).
Hijo de Sigurd Hring, rey de Suecia y conquistador de Dinamarca, y de su primera esposa Alfild, tuvo que hacerse cargo del gobierno de esos territorios a temprana edad (15 años) ya que su padre se veía incapaz de hacerse respetar debido a la multitud de enemigos que se había creado por descuidar las necesidades de sus súbditos en pos de la guerra y la conquista.
Pero la juventud y la escasa experiencia de Ragnar no fueron impedimento para que gobernase con sabiduría y justicia el legado de su padre. Muchos nobles extranjeros intentaron invadir sus tierras pensando que su gobernante era sólo un niño, e incluso tuvo que hacer frente a traidores que se encontraban en su círculos más cercanos. Muchas fueron sus hazañas defendiendo sus ciudades y sus habitantes y se le empezó a considerar como un héroe enviado por los dioses. De hecho él mismo se creía descendiente directo de Odín.
Su figura empezó a envolverse en un halo de magia y misterio y comenzaron a surgir cuentos e historias sobre él., como por ejemplo, que portaba un ropaje mágico que impedía que cualquier arma pudiera herirle.
COMIENZA EL TERROR EN EUROPA
Cuando Sigurd murió, Ragnar se vio obligado a subir al trono y se convirtió definitivamente en rey. Entonces los sueños del joven no pudieron ser retenidos dentro de su reino y comenzaron a volar mucho más allá... hacia otros lugares que podrían proporcionar ingentes cantidades de tierras, recursos y oro.
Fue entonces cuando los mares empezaron a ser testigos del paso de los drakkars (barcos vikingos) hacia las costas inglesas. Los saqueos comenzaron a aparecer en sus poblaciones y monasterios, y no cesaron durante algunos meses. Ragnar, hábil estratega, solía atacar durante celebraciones religiosas para tomar a los soldados por sorpresa mientras rezaban. Pronto su fama de cruel pirata sanguinario comenzó a crecer y crecer...
Y fue precisamente durante una de sus muchas incursiones donde conoció a su primera mujer, Lagertha, en quien Ragnar vio a «una mujer experta en la guerra que, llevando en la virginidad un coraje viril, luchaba la primera entre los más prestos, sueltos los cabellos sobre los hombros». Enseguida Ragnar se enamoró de ella y la cortejó hasta casarse con ella. Una leyenda habla incluso de como Ragnar mató a un oso y un enorme perro que Lagertha tenía en su casa para proteger su virginidad, hazaña por la cual obtuvo la mano de la joven.
UN HOMBRE DE VARIAS MUJERES
Parece que Lagertha se unió a Ragnar en sus batallas y le ayudó a sofocar alguna incursión contra Noruega. No está claro si tuvieron hijos juntos pero sí que parece que su relación se rompió cuando Ragnar decidió volver a dedicarse al saqueo y al pillaje, cansado de luchas y batallas en sus propias tierras.
No obstante, otra mujer apareció en la vida del temerario vikingo cuando un rumor llegó a sus oídos. Un noble de Gotlandia llamado Herraud ofrecía la mano de su hija y una buena suma de oro a quien lograra acabar con una serpiente gigante que aterrorizaba a su reino. Esa joven se llamaba Thóra y es definida en los textos como la mujer más bella sobre la faz de la tierra.
Sin dudarlo, Ragnar decidió acudir al lugar donde se encontraba el dragón, no sin antes fabricarse un grueso y extraña ropaje que le protegiera del monstruo, y que con el tiempo le proporcionó el sobrenombre de "calzas peludas". Toda la corte de de Herraud se mofó de él cuando lo vieron vestido pero tuvieron que tragarse sus palabras cuando Ragnar logró vencer al dragón gracias a su atuendo.
Otras leyendas hablan de como un adivino informó a Ragnar de que una princesa llanada Thóra era cautiva de un terrible dragón, al cual el vikingo consiguió dar muerte.
De una forma u otra, Thóra murió al dar a luz a sus 2 hijos Agnar y Eric.
Tras su muerte, Ragnar continuó saqueando hasta que, durante otra se sus incursiones, otra mujer apareció. Se dice que los guerreros de Ragnar le informaron que habían visto a una hermosísima joven llamada Kráka y éste les ordenó que la buscaran y le plantearan un acertijo para probar su inteligencia:
«Ordenadle que venga a mi encuentro para que pueda ser mía. No quiero que vaya desnuda ni vestida, ni hambrienta ni saciada, y que no venga sola, aunque nadie debe acompañarla».
En respuesta, la bella joven acudió ante Ragnar vestida con una red de pescar, comió únicamente una cebolla y fue acompañada por un perro.
Kráka se convirtió así en la esposa de Ragnar quien, con el tiempo, descubrió que el verdadero nombre de su mujer era Áslaug, hija de Sigrud (Sigfrido en el famoso "Cantar de los Nibelungos") y Brunilda (la famosa Valquiria). Tuvieron varios hijos: Ívar, Björn, Hvítserk y Rögnvald, los cuales llegaron a convertirse en formidables guerreros y grandes viajeros.
Este hecho haría crecer los celos en Ragnar quien sintió la necesidad de demostrar que era el mejor vikingo que había en el mundo.
EL ATAQUE A PARÍS
El caso es que, bien por envidia bien por sed de riquezas o bien por ambos, Ragnar decidió dirigir sus fuerzas más hacia el sur, hacia las costas de Frisia (Países Bajos) y dirigió numerosos saqueos en el Mar Báltico contra curonios, sambianos y semigalianos.
Pero fue en el año 845 cuando planeó su asalto más importante junto a Horik I de Dinamarca, nada menos que contra la ciudad de París. Para ello preparó un ejército de unos 5.000 vikingos a bordo de 120 naves y se dirigió hacia la desembocadura del río Sena, al norte de Francia. Entonces atacó sin piedad y robó en toda población que aparecía en su camino, así como en numerosos monasterios y conventos. Estos ataques coinciden con la época en que más daño causaron los vikingos y en la que se les llegó a considerar el mayor terror de Europa, surgiendo dichos como la famosa frase "protégenos oh señor de la ira de los hombres del norte".
Pero los vikingos no se detuvieron y continuaron navegando hasta el corazón de Francia, llegando ante las mismas puertas de París, la cual asediaron durante largos días para horror de sus habitantes y de su rey Carlos el Calvo, nieto de CarloMagno.
La ciudad sólo pudo ser salvada mediante el pago de un descomunal rescate a los invasores del norte. De esta forma Ragnar inició una práctica que sería muy utilizada por los vikingos en el futuro: pedir grandes sumas de dinero a cambio de no atacar las ciudades.
LA CAÍDA EN NORTHUMBRIA
Tras su cruel desfile por Francia, Ragnar se embarcó en el que sería su último viaje cuando, sobre el 865, decidió partir hacia Northumbria (noroeste de Inglaterra) al mando de dos grandes barcos, no los habituales Drakkars. Su esposa le aconsejó que llevará más hombres y más barcos pero él no la escuchó.
Pero los dioses no fueron clementes con el vikingo ya que perdió muchos hombres cuando llegó a las costas de Norhumbria bajo un terrible temporal. Entonces se dio cuenta de que debía avanzar y atacar con presteza sin dar tiempo a la reacción.
Cuando el rey Ella de Northumbria tuvo noticias de los poblados que estaban siendo destruidos organizó rápidamente un ejército y salió al encuentro de Lothbrok. El vikingo, con unas fuerzas muy inferiores en número, solo pudo hacer una cosa: luchar como un auténtico hijo del norte y ganar su sitio en las mesas de Valhalla.
Sin embargo, no cayó en combate como el resto de sus hombres sino que fue apresado y llevado cautivo a las mazmorras. El rey Ella no quiso tener ninguna piedad con el cruel saqueador y ordenó que fuera arrojado a un pozo lleno de serpientes. Allí el gran Ragnar sufrió cientos de muertes pero, incluso en aquellos terribles momentos de dolor inimaginable, tuvo fuerzas para gritar que sus hijos vengarían su muerte en un festín de sangre inglesa:
“Las víboras clavaron sus horribles aguijones; Los reptiles anidaron en mi corazón Pero pronto, lo juro, la vara de Vider se clavará en el pecho de Ella. La ira de mis jóvenes hijos crecerá, al escuchar como murió su padre; Estos muchachos valientes nunca en paz descansaran, hasta que yo sea vengado.”
“Cese mi dolor! Escucha una voz del lugar donde las almas marciales reposan; Escucho doncellas de la matanza llamar a quienes me conducirán al palacio de Odín. Viviendo en sus moradas pronto beberé la bebida de los dioses. Las horas de la vida han pasado; Muero, pero muero sonriendo.”
Y así ocurrió... el rey Ella fue derrotado y apresado por los hijos de Ragnar los cuales le sometieron al tormento del "Águila de Sangre", en el cual al prisionero se le abría a hachazos la carne de la espalda, hasta formar algo parecido a dos alas de águila, y se le levantaban las costillas para que los pulmones cayeran al suelo, produciendo un ruido similar a un aleteo.
Fuentes:
http://es.wikipedia.org
http://laguiatv.abc.es/personajes/