Raices,arraigos y desarraigos: Sofia

Por Malche





¡Hola a todos! ¿Cómo están hoy? ¿Cómo los trata esta semana? Espero que muy bien.
Tal como les prometí, hoy les traigo la historia de Sofía, una mujer que creció mitad en Francia, mitad en Argentina y que, por circunstancias que ella les contará, hoy vive en Brasil, donde nacieron sus hijas. Los dejo sin más prolegómenos con su relato, que es testimonio de adaptación y resiliencia.

Tenés razón con lo que me decís que lo mío es doble la experiencia de vivir en el extranjero, cuando contamos Francia ademas de Brasil, pero yo hasta diría triple porque Argentina, a pesar de ser mi país de origen, sólo fui a vivir y aprender el idioma cuando tenía 10 años, por lo tanto para mi fue toda una adaptación, de hecho, la mas dificil de las tres. ¿Por qué? Muy bien no lo sé, supongo que por la edad, que es cuando se está formando la personalidad, y por las condiciones, que coincidió con problemas de salud de mi familia, dificultades con los compañeros de la escuela con quienes no me pude adaptar muy bien. 


En Francia, de donde venía, estaba bien adaptada tenía muchos amigos. En Argentina noté mucha envidia de los compañeros, burlas, competencia, enfin, realmente cosas que nunca había experimentado y para mi fue como un golpe bajo. Por suerte no demoró mucho y pude hacerme amigas rapidamente, gente que hasta hoy lo siguen siendo (como vos :) )

Fuera de eso la diferencia cultural era abismal. Me costó muchisimo adaptarme al comportamiento en clase por ejemplo, sin exagerar me parecían salvajes. La forma como todos hablaban a la vez, gritaban, se levantaban sin pedir permiso... recuerdo que me tapaba los oídos para no escuchar y tener un poco de silencio del que estaba acostumbrada. Pero eso fue al comienzo, claro que a esas cosas uno se acostumbra rapido! jajaja

Y hoy en día tengo mucho orgullo de decir que me considero argentina, viví allí una fase muy importante de mi vida, la adolescencia, mi familia es toda argentina, mis raíces están alla, conocí mi marido alla, mis mejores amigos, me eduqué alla... enfin, soy argentina y punto final. En Francia donde vivi mis primeros 10 años, casi no tengo nada para decir porque al crecer allá, y mas siendo niña, todo me parecía normal y no tengo mucha opinión al respecto.

Cuando tenía 23 años vinimos a Brasil, con mi novio en la época, supuestamente por tres años. Las razones fueron por trabajo de él, y yo como acababa de terminar la facultad de psicología, y no nos queríamos separar, me pareció una muy buena oportunidad para comenzar una vida en pareja con él, y de paso terminaría mi tesis tranquila ya que estando sola casi todo el día tendría tiempo suficiente. 
Hace casi 12 años que estamos aca.... ¿por qué? Nos fue bien, sobre todo laboralmente. Ademas nuestra primera hija nació antes de vencerse la visa y así pudimos conseguir una visa permanente en este país. Compramos nuestra casa, y aca estamos. Profesionalmente me fue muy dificil adaptarme, revalidé mi diploma pero no me lo reconocieron totalmente, este es un punto importantísimo que necesita urgentemente un cambio, globalizarse más.

En cuanto a adaptación no me fue tan dificil como en Argentina, ya siendo adultos es diferente. Además culturalmente somos todos latinos. El idioma lo agarré más o menos rápido, y no sentí ningun shock cultural, salvo pequeñas cosas, rutinas de los brasileros que nosotros no tenemos y viceversa. Uno como adulto tiene el ojo más crítico, y sabes qué te conviene adoptar y qué es lo que vas a seguir haciendo del mismo modo, y con eso aprendes a valorar el bagaje cultural que uno trae, y que ya no vas a deshacerte tan fácil.

De a poco nos vamos haciendo 'brasileros' nosotros también desde que entramos en esa rutina, y se nos pegan las costumbres, los gestos, las expresiones, y la forma de hablar y de pensar. Aca es una ciudad (no digo país porque no lo conozco todo) muy ordenada, y la gente muy respetuosa. Y me doy más cuenta de eso cuando vuelvo a Argentina y casi todos me parecen mal educados. Estar aca es más relajante, menos estresante por decirlo de alguna manera. Las cosas funcionan, te podes programar, en todo sentido. Y todo eso, al cabo de varios años, va formando tu personalidad y tu forma de pensar. El otro día estabamos con mi marido charlando con una amiga argentina que también vive acá hace mucho tiempo, y compartíamos todas estas ideas de las diferencias de los brasileros con los argentinos, de cómo se nota, cuando uno está lejos, el problema social en Argentina, de lo irrespetuosa que es la gente, testaruda, infeliz, egoísta, antipática, mente cerrada (generalizando, claro). Y concluimos que si nosotros nos hubieramos quedado allá, seguramente seríamos un poco asi también. A lo que quiero llegar es que el lugar te cambia, te 'hace' la cabeza, y pasas a pensar diferente. Eso es algo que valoro muchísimo de vivir en el exterior. Solo la experiencia te puede dar eso. Te abre la mente.

Claro que mi familia vive toda en Argentina y los extraño muchísimo, no hay un día que no piense en que quiero volver a vivir alla. Por mas ventajas que encuentre viviendo en este país, tanto económicas, como culturales, sociales etc, no hay como las raíces, uno extraña también el desorden (sobre todo cuando está lejos), las costumbres argentinas de juntarse por ejemplo los fines de semana en familia a comer un asado, ir de paseo al campo, salir a caminar por las calles de la ciudad...(aca eso no se hace), o que algún amigo o familiar te venga a visitar, o venga sin avisar (acá sabemos con 5 meses de anticipación que finalmente uno va a venir a visitarnos!). Enfin, cambia todo el día a día, y es eso lo que más extraño. Me siento muy aislada acá. Una de las grandes desventajas de vivir lejos de la familia, es cuando los chicos crecen, y empiezan a sufrir la falta de los parientes. Ellos también los necesitan, quizás más que uno. Cada vez que vamos a Argentina y nos tenemos que despedir, es un mar de lágrimas de las chicas. Antes, cuando ellas eran más chiquitas, me ponía triste al despedirme yo de mi familia, ahora me pongo triste por verlas tristes a ellas... es mas fuerte.

Con respecto a la criar las chicas acá, es un desafío. Primero porque uno no tiene la ayuda obvia de familia, nunca. Todo recae en uno, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Mi marido trabaja todo el día asi que a mis hijas las he criado casi yo sola. Y eso no sólo es mucho trabajo, pero mucha responsabilidad, por ende mucho estrés, son super-dependientes de mi y yo de ellas, les cuesta un poco quedarse con la familia cuando viajamos alla (sobre todo al principio), les cuesta adaptarse en la escuela. 

Personalmente veo el idioma como una gran interposición entre 'nuestro mundo' y el de los brasileros. Yo hablo español con ellas todo el tiempo, no me sale hablarles en portugués, y claro, eso levanta miradas, a veces cuchicheo en la gente que le llama la atención la presencia un extranjero, y más si son niños. O sea, la misma reacción que tendría uno si se encuentra por ejemplo en la puerta de la escuela con alguien que habla alemán con sus hijos, o cualquier idioma, uno mira. Y esa sensación de ser el 'eterno extranjero' es algo que no me puedo sacar, por más años que esté viviendo aca.Y este es un sentimiento con el que tuve que vivir toda mi vida, el de no pertenecer totalmente al país donde estoy viviendo. 

Además cuando hablo portugués, se me nota el acento de argentina y muchas veces me preguntan de donde soy... La verdad que ni yo sé! Al principio contestaba que era argentina, después empecé a decir que soy de acá (medio con bronca ya!) porque hace 11 años que vivo aca, mis hijas son brasileras, mi casa está aca, mi futuro está aca. Respondo entonces que soy de acá porque vivo acá hace 11 años, pero que soy argentina, porque en definitiva el que pregunta eso es porque nota un acento extranjero y quiere saber de dónde es.

Asi que yo creo que la identidad argentina está bien mantenida en nuestro caso, también porque dos veces al año viajamos a Argentina y nos quedamos hasta un mes. El tema en nuestro caso es más adoptar una identidad brasilera, que la tenemos poco incorporada, y que en cierta forma a veces puede empezar a interferir en las nenas que tendrán que enfrentar situaciones donde se ven diferentes, porque a veces está esa mirada de 'vos sos diferente', y eso es algo con lo que tienen que crecer. Claro que no es nada traumático, nacieron acá y están acostumbradas.

Por suerte los brasileros son muy simpáticos y les encanta el español, les llama mucho la atención, y lo ven como una gran cosa que sepan de tan chiquitas dos idiomas, y eso es realmente una gran ventaja. Lo que me parece importante es adaptarse cuando es necesario. Por ejemplo les hablo en portugués cuando estamos en reunión con otra gente. Me parece falta de respeto y además porque llama mucho la atención, hablarles en español delante de otra gente que está reunida con nosotras. Hay que saber los límites. Es importante porque es una forma de mostrarles a ellas que uno también puede ser "ellos". La nena más grande mía se la pasa todo el día en la escuela, hablando portugués, y de pronto llega a casa y está esta familia toda diferente que no habla nada de portugués..., no quiero que se sienta bicho de otro pozo, me entendes? Aunque un poco lo seamos!

Enfin, este sería mi consejo para las mamás y papás que crian hijos en el extranjero, me parece importantísimo no perder la identidad propia, pero también dejarlos experimentar la otra identidad, que es la de ellos también, es una forma de aceptarlos a ellos mismos, porque, al menos en nuestro caso, las dos son brasileras, eso es innegable. Y eso los va a ayudar y les va a abrir muchas puertas porque serán mas confiantes.

Claro que todavía tengo mucho que aprender, como extranjera, como mamá, como ser humano, pero espero haber podido responder a tus expectativas con esta "pesquisa". (Te confieso que tuve que parar y buscar en el diccionario un montón de veces porque me salen en portugués las palabras! Otro de los problemas de vivir en el extranjero! jajaja)





¡Muchas gracias Sofi por compartir tu historia y por adjuntar tan hermosas fotos! 
¿No son divinas las nenas? Y qué hermosa ciudad es Curitiba ¿verdad?
¡Qué pasen unos días hermosos y hasta el próximo post!