La intervención del presidente del Gobierno en la rueda de prensa del lunes con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, con quien celebró la IX Cumbre Bilateral hispano-polaca, estaba previamente preparada y tenía truco. Prueba de ellos son los medios de prensa elegidos por Rajoy para que le hicieran sólo dos preguntas cuya respuesta llevaba preparadas por escrito. Comenzó eligiendo con su gesto, pactado de antemano por los periodistas, no al representante de El Mundo, sino al del diario ABC, lo que provocó las protestas del resto. El protocolo de la Moncloa sólo permitió hacer preguntas a ABC y a EFE, un diario de derechas y una agencia de prensa afín. El presidente se ratificó en su comparecencia sobre el caso, presentado el 3 de febrero, a través de un plasma. Y dijo lo mismo que en el Debate sobre el Estado de la Nación, cuando “todos los grupos parlamentarios” tuvieron la oportunidad de preguntarle y ser contestados sobre este asunto. Entonces, el líder conservador negó que hubiera recibido pagos en negro y aseguró: “Todo es falso”. Ahora, reconoció que los SMS eran suyos, confirmó que hubo intercambio de SMS con Luis Bárcenas, pero añadíó que fueron precisamente éstos los que confirmaban que ni se había producido ni se iba a producir “indicación, sugerencia o presión” alguna a la Justicia por parte del Ejecutivo. Repitió varias veces que “El Estado de Derecho no se somete a chantaje” e indicó que la administración judicial estaba actuando con “independencia y con arreglo a la Constitución y a las leyes”. La prueba, en su opinión, es que jueces, fiscales y policía son “los mismos” desde que empezó este asunto. “Un presidente del Gobierno –insistió– no puede estar saliendo cada día al paso de insinuaciones, rumores o informaciones interesadas de todo tipo que se vayan publicando”. Y, en la segunda pregunta sobre este asunto, volvió a insistir en la independencia de la Justicia y en la negación del sometimiento del Estado de Derecho a chantaje. Además, aseguró que él cumplirá con el mandato que le han dado los españoles, pero que “si otros quieren jugar a otras cosas, ésa es su responsabilidad”. “España –concluyó –es un país serio y yo quiero contribuir a que lo siga siendo”. En la rueda de prensa, la Secretaría de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, y el propio presidente del Gobierno ningunearon el orden y el contenido de las dos preguntas pactadas por la prensa y pactaron en secreto con la dirección del diario ABC la pregunta a la que respondería. Mariano Rajoy leyó tranquilamente lo que había escrito previamente. Las preguntas del diario “El Mundo” burladas por él eran: “¿Por qué siguió manteniendo esa relación con Luis Bárcenas que prueban los SMS que se dirigieron después de saberse que el extesorero tenía 16 millones en Suiza? ¿Se ha planteado dimitir? ¿No cree que debe una explicación a los ciudadanos después de haber mantenido durante tres décadas a un delincuente como gerente y tesorero del PP? Por otro lado, el PP vetó a “El Mundo” en la rueda de prensa de Carlos Floriano en Génova, evitado, en todo momento, otorgar la palabra a la informadora de ese diario. El diario ABC dirigido por Beito Rubido fue uno de los diarios que, junto a “La Razón” de Marhuenda, intentan salvar la cara al PP del escándalo Gürtel, a veces cayendo en el ridículo. El mismo lunes, “Periodista Digital” publica una entrevista al director del primero en la que, al preguntarle por su línea editorial pro-Rajoy se justificaba diciendo que “hacer seguidismo de un gobierno, en democracia, es una opción tan legítima como la contraria”. Rubido también acusó a Pedro J. Ramírez de pagarle el abogado a Bárcenas.