Esto es como hacer una confesión en toda regla, pero no me preocupa demasiado, escribir un blog de opinión a diario significa que hay ciertas cosas que la gente ya conoce de mi y que a mi no me importa que se sepan. Tengo 46 años y he sido votante del Partido Popular, antes Alianza Popular, desde que voté por primera vez cuando tenía 18 años. Las ideas económicas, políticas y morales de este partido me han convencido siempre, así como su idea de Nación y sus conceptos sobre la ética y la moralidad, eran los que cuadraban con mi forma de ser.
Y digo eran en pasado porque de un tiempo a esta parte ya no es así, para ser más exactos desde que Mariano Rajoy asumió las riendas del partido. Ser de derechas en España es difícil, no es nada fácil porque está muy mal visto, hay ciertos conceptos que tiene asociado parte de la sociedad española sobre los que somos de derechas que son muy difíciles de cambiar; a mi eso es algo que me importa bastante poco porque se que son conceptos equivocados y unos clichés en general falsos, pero parece que hay gente a la que eso le importa, y mucho.
Pero el gran problema que tenemos es que una de las personas a las que más le importa es precisamente a la que menos debería, esa persona es Mariano Rajoy, que para nuestra desgracia es el líder del PP. Rajoy es el líder de un partido de cuya ideología es cada vez más evidente que se avergüenza, ese es un hecho prácticamente irrefutable. Todas las decisiones que ha tomado, en cuanto a los responsables del partido, así lo demuestran. Se ha ido cargando a todas las personas que podrían haber representado la parte, digamos que, más a la derecha del PP y ha ido dando poder a lo que podría considerarse la parte, en teoría más de centro. Aquí ya llega el primer error: en los conceptos, porque lo que podría llamarse la parte más de centro en el PP, lo que se ha quedado, es más bien más de centro-izquierda y esto se ve en muchas decisiones, pero sobre todo en las decisiones del gobierno. No voy a extenderme en eso demasiado, baste ver las decisiones económicas con una presión fiscal mucho más alta que la que podría haber impuesto cualquier partido de izquierdas; olvidémonos de la crisis, Rajoy sabía lo que se iba a encontrar antes de gobernar, no hay sorpresa que valga, es mentira.
Ahora, con el paso del tiempo, con el transcurrir de esta legislatura nos encontramos con un PP en caída libre y con un Rajoy buscando su salvación con el voto del miedo, para evitar a partidos tipo Podemos. Es triste que un personaje como éste, que ha obtenido una mayoría absoluta impresionante en las últimas elecciones, esté ahora como está. En este caso no hay desgaste de gobierno que valga porque el desgaste es aún más grande entre sus propios votantes que entre los que ni le han votado, ni le votarán nunca. Nos ha mentido, nos ha mentido tanto que casi no me lo puedo creer; no ha cumplido ni una sola de sus promesas y ahora pretende que sigamos cayendo en su trampa por miedo a los comunistas. Yo creo que ni ese miedo va a ser capaz de evitar que el PP se de el batacazo en próximas elecciones mientras siga Rajoy a la cabeza.
El PP no debe buscar enemigos ni en el PSOE, ni en Izquierda Unida, ni siquiera debe buscarlos en Podemos; el gran enemigo del PP lo tiene en casa y es el propio Mariano Rajoy. Me parece increíble que con la buena gente que ha habido en el PP, y que en su mayoría ahora no está, se esté permitiendo que un personaje como Rajoy se cargue el partido como lo está haciendo. El Partido Popular es una partido de derechas, que algo como eso que es básico ya empiece siendo un problema para el propio líder del partido es grave; a partir de ahí lo demás viene por añadidura. A partir de esa premisa el que el líder del partido sea mentiroso, cobarde y traidor no es más que la guinda que provoca que el PP esté como está ahora, en caída libre.