Y ha empezado haciendo lo que mejor sabe: desaparecer, no comparecer. ¿Alguien cree que el nombramiento de un nuevo gobierno merece ser conocido por una nota, sin dar una rueda de prensa? Quiere demostrar desde el primer momento que él sigue siendo el mandamás. No hay nada más que ver qué ministros ha nombrado para saber que vamos a tener más de lo mismo, eso sí, ahora con ayuda de esos dos monaguillos PSOE y Ciudadanos (ya verán lo que tardan los naranjitos en entrar en el gobierno).
Había mucho que cambiar en la política anterior. Pues bien. Los responsables de la política económica que han llevado a este país a una desigualdad récord siguen siendo los mismos: De Guindos y Montoro, reforzados por el nuevo ministro Nadal que hasta ahora era el jefe de la oficina de economía de Rajoy. Y qué decir de la política laboral, que sigue estando en manos de la inconsistente, ineficaz y siesa Báñez y su virgen del Rocio. En Educación sigue el ministro continuador de Wert, que además, ‘como no tendrá mucho que hacer’, tiene también la responsabilidad de la portavocía. Más Rajoy y mucho Rajoy.
Y aunque haya cambiado de cabeza la cartera de Interior –que conste que lo hecho, a pesar de su opinión, porque se ha visto obligado después de que su amigo Jorge Fernández Díaz fuera reprobado por todo el parlamento--, quien piense que Zoido, otro ministro meapilas, va a derogar la ley Mordaza va de cráneo. Ha sido alcalde de Sevilla y precisamente su actuación no ha dejado muestras de ser amante del derecho de participación y de la libertad de expresión. Siempre ha defendido lo efectuado por el ministro anterior y no se le visto una sola crítica ni a los CIEs, ni a la política de Inmigración, ni al abuso de la fuerza contra manifestaciones, ni a ninguno de los improperios que cometió Fernández Díaz.
Este gobierno no tiene desperdicio. Y lo vamos a ver. Rajoy no es tonto, así es que ha hecho un gobierno a medida de su política. Por lo tanto: seguirán los recortes y se ampliará la desigualdad, seguirá la desastrosa reforma laboral, seguirá la ley Mordaza (aquí es posible que, de forma obligada, haya alguna rectificación que no cambie lo esencial) y en cuanto a Educación, ya veremos en qué queda esa promesa de revisar la LOMCE, me da que en aguas de borrajas.
En fin, Rajoy antes de empezar, sólo con el nombramiento de sus nuevos muchachos ha lanzado la primera piedra a sus socios C’s y PSOE, a los que chuleará y en caso de que exista oposición les amenazará con nuevas elecciones, a las que ambos partidos tienen terror, por su posible resultado negativo. En resumen, la cosa ha empezado bien, Rajoy les ha hecho la primera cobra, y ya verán como no será la única.
Sólo queda la posibilidad de que Unidos Podemos en el parlamento y las organizaciones sociales fuera, se pongan las pilas y puedan luchar contra esta Gran Coalición y la política que se avecina, porque más de lo mismo, durante cuatro años, puede ser la puntilla.
Salud y República