Siendo la derecha y la izquierda democráticas europeas netamente socialdemócratas, ni siquiera nos percatamos de que Mariano Rajoy es otro más de ellos.
Demostrémoslo recordando cómo son las principales corrientes políticas: comunista, socialista, socialdemócrata, cristianodemócrata-socialcristiano, derechista, y fascista.
El comunista es un iluminado manu militari que genera pobreza y terror, caso URSS-Cuba. Corregido en China, crea implacables neocapitalistas.
El socialista genuino administra la pobreza con palo y zanahoria. Paradigma: el PSOE en la II República.
El socialdemócrata administra mejor la economía y destina la mayoría de los impuestos a educación, sanidad, pensiones y desempleo. Paradigma: Felipe González entre los años1982 y1988, no después. Zapatero es una desastrosa excrecencia posmoderna.
El cristianodemócrata es similar al socialdemócrata, aunque con doctrina social no materialista, sino católica y protestante: Angela Merkel. Además, inspiró la creación de la UE.
El derechista detesta los impuestos y el control estatal, menos para algunas obras públicas, los ejércitos, y unas escuálidas enseñanza, sanidad y pensiones. Quien quiera más, que lo pague, o que lo obtenga con becas o de la caridad. Modelo: republicanos de EE.UU.
El fascista, como el comunista, violenta la sociedad para controlar la producción y las finanzas. Aunque en lugar de ofrecer culto al proletariado se lo entrega al espíritu nacional, símbolo de la patria. Franco era un militarista semifascista.
Veamos ahora los casos de Mariano Rajoy y de José María Aznar: decimos que son derechistas por inercia, porque en sus ocho años de mandato, 1996-2004, mantuvieron, incluso mejoraron levemente, los derechos socialdemócratas y cristianodemócratas de los españoles. Y pertenecen a la Internacional Popular, antes Internacional Democratacristiana.
Por eso Rajoy debe mantener educación y sanidad gratuitas, pensiones y subsidios de desempleo, aunque quizás con gestión privada, como en las cristianodemocracias y socialdemocracias nórdicas.
Si fuera derechista nos despediría a todos y cerraría España por ruina empresarial.
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SALAS