Último fin de semana de Octubre y un puente de los que nos gusta a los españoles. Aunque estoy convencido de que a 5 millones de españoles les gustaría decir que no se pueden ir de puente y a otros tantos que esperan que el despertador les siga sonando por la mañana.Repasando la prensa dominical me encontré una encuesta sobre cómo vemos los ciudadanos a los principales candidatos para ocupar el Palacio de La Moncloa. A Alfredo Pérez Rubalcaba le criticamos por haber participado en el gabinete de Zapatero y por su dilatada experiencia política. Esto último no lo entiendo. Nos quejamos cuando se retrasó la edad de jubilación a los 67 años y a Rubalcaba con 60 años le pediríamos que se fuera con el Imserso a Benidorm. Si un país no valora la experiencia es que algo anda mal.Por su parte a Mariano Rajoy le describen…. Bueno digamos que es indescriptible. Una incógnita. En lo que estoy en desacuerdo es en pensar que es un “líder que carece de autoridad”. Ha perdido dos elecciones – a la tercera parece que será la vencida-, se ha enfrentado a casos de corrupción – la Gürtel o la corrupción en Baleares- y sigue sentado en su despacho de Génova. Ha renovado toda la cúpula del PP, relevando a todos los aznaristas de la primera fila o ´exiliándolos´ a Europa. Ahora incluso, los que le desafiaron como Esperanza Aguirre ya no son capaces de replicarle; o Álvarez Cascos le daría su apoyo parlamentario para que fuera presidente.Más de la mitad de los encuestados dicen que Rubalcaba “carece de un proyecto propio” y, sin embargo, a Rajoy las encuestas le conceden la mayoría absoluta sin saber nada de su programa. Bueno, ayer dio un resumen y hoy lo presentará: menos impuestos a los ahorradores, incentivos fiscales a las empresas, selección nacional de los profesores y la derrota del terrorismo sin negociación entre otras propuestas. La ley electoral decidirá el 20N. Lo que es seguro es la jubilación política de uno de los dos. O quizás de los dos.
Último fin de semana de Octubre y un puente de los que nos gusta a los españoles. Aunque estoy convencido de que a 5 millones de españoles les gustaría decir que no se pueden ir de puente y a otros tantos que esperan que el despertador les siga sonando por la mañana.Repasando la prensa dominical me encontré una encuesta sobre cómo vemos los ciudadanos a los principales candidatos para ocupar el Palacio de La Moncloa. A Alfredo Pérez Rubalcaba le criticamos por haber participado en el gabinete de Zapatero y por su dilatada experiencia política. Esto último no lo entiendo. Nos quejamos cuando se retrasó la edad de jubilación a los 67 años y a Rubalcaba con 60 años le pediríamos que se fuera con el Imserso a Benidorm. Si un país no valora la experiencia es que algo anda mal.Por su parte a Mariano Rajoy le describen…. Bueno digamos que es indescriptible. Una incógnita. En lo que estoy en desacuerdo es en pensar que es un “líder que carece de autoridad”. Ha perdido dos elecciones – a la tercera parece que será la vencida-, se ha enfrentado a casos de corrupción – la Gürtel o la corrupción en Baleares- y sigue sentado en su despacho de Génova. Ha renovado toda la cúpula del PP, relevando a todos los aznaristas de la primera fila o ´exiliándolos´ a Europa. Ahora incluso, los que le desafiaron como Esperanza Aguirre ya no son capaces de replicarle; o Álvarez Cascos le daría su apoyo parlamentario para que fuera presidente.Más de la mitad de los encuestados dicen que Rubalcaba “carece de un proyecto propio” y, sin embargo, a Rajoy las encuestas le conceden la mayoría absoluta sin saber nada de su programa. Bueno, ayer dio un resumen y hoy lo presentará: menos impuestos a los ahorradores, incentivos fiscales a las empresas, selección nacional de los profesores y la derrota del terrorismo sin negociación entre otras propuestas. La ley electoral decidirá el 20N. Lo que es seguro es la jubilación política de uno de los dos. O quizás de los dos.