Hablar de Ralph Sampson es hablar de una las carreras más raras que se han visto en la NBA, de un jugador que prometía dominar la liga y que, poco a poco, su carrera fue a menos llegando a su ocaso total.
Ralph Sampson (7 de Julio de 1960) nació en Virginia y su carrera empezaría en la Universidad de la misma ciudad. Se dice que Sampson llego a crecer la friolera de 40 centimetros en tres años (esto no se sabe con exactitud), pero lo seguro es que su tope fue de 224 centímetros. Su altura, unido a que botaba, corría y tiraba como un alero, hacía de él un jugador imparable. Así, llegó a ganar tres veces seguidas el premio del jugador del año por la ACC (1981, 1982 y 1983).
Su carrera universitaria, unida a la tendencia de los equipos NBA a elegir pívots (debido a la creencia, ya no tan habitual, de que los pívots hacen dinastías) hicieron que Sampson fuera elegido en el número 1 del Draft de 1983 por los Houston Rockets. Su primer año seria un éxito, siendo el Rookie del Año con unas medias de 20 puntos y 11 rebotes por partido.
Su momento culmen llegaría en 1986, cuando pasarían a las Finales NBA tras eliminar a los Lakers de Magic, Worthy y Abdul-Jabbar, en un quinto partido en el que, tras la expulsión de Olajuwon, Sampson asumió toda la responsabilidad, anotando todos los puntos de su equipo en los minutos finales y la canasta decisiva sobre la bocina para vencer a los Lakers 4-1 en el Forum. Ya en las Finales, los Celtics serían mucho equipo para unos Rockets todavía muy jóvenes.
Sin embargo, y extrañamente, aquí empezaría el declive de Ralph Sampson. En la siguiente temporada, debido a problemas de tobillos y de rodilla, solo llegaría a jugar 40 partidos y sus medias bajarían a 15 puntos y 8 rebotes. Su “regularidad” con las lesiones y el hecho de que el físico impidiese a un jugador de 2’24 dentro de la zona llevaron a los dirigentes de los Rockets a un traspaso que llevaría a Sampson a Golden State Warriors, donde la temporada 88-89 apenas promediaría 6 puntos y 4 rebotes.
Las dos siguientes temporadas serían en Sacramento (4 puntos y 3 rebotes de media en la primera, 3 puntos y 4 rebotes en la siguiente) y su última temporada NBA sería en Washington, con 10 partidos en los que promedió 2 puntos y 3 rebotes.
Así, un jugador que había sido tres veces All-Star, una de ellas MVP, Rookie del Año, que llevó a su equipo a las Finales en 1986, que eliminó a los Lakers en su camino, poco a poco, tanto lesiones como por su cabeza, le llevaron de una más que prometedora carrera a ser uno de los mayores fracasos en la historia de la NBA.
JAVIER ALCANTARA TELLEZ