Ramón Llull, primer autor que utilizó una lengua neolatina, la catalana, para expresar conocimientos filosóficos, científicos y técnicos en el siglo XIII.
Ramón Llull (1232 - 1316), fue un laico próximo a los franciscanos, filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín del siglo XIII. Además de ser el primer autor que utilizo una lengua neolatina para expresar conocimientos filosóficos, científicos y técnicos, fué el creador del catalán literario. Llull utilizó el catalán en la prosa literaria como instrumento normal de comunicación y como herramienta útil en la expresión cultural, también conocido como Raimundus o Raymundus Lullus o como Raymond Lully por los anglosajones, fue declarado beato y su fiesta se conmemora el 29 de marzo.
Se le atribuye la invención de la rosa de los vientos y del nocturlabio (instrumento utilizado para determinar el tiempo en función de la posición de una determinada estrella en el cielo nocturno. A veces llamado "nocturnum Horologium" instrumento de tiempo para la noche o nocturlabi).
Se conservan doscientas cuarenta y tres obras de Llull, en latín y en catalán. Escribió también en árabe, a menudo traducciones directas de sus obras, pero no ha sobrevivido ninguna. Por lo que se refiere al catalán, fue el primero que en utilizarlo para fines filosóficos, lo cual contribuyó a dotarlo de una prosa culta y especializada. En cuanto a su corpus filosófico, que recibe el nombre de Arte magna, pretende ser el vehículo para la conversión de infieles, a los cuales se convence a través de premisas racionales y en las que desempeña un papel capital el uso de la lógica y de la mnemotécnica.
Ramón insistió en la doctrina de la Inmaculada Concepción de María, contra la opinión, entonces ortodoxa, de Santo Tomás de Aquino. La esencia divina habia de tomar una primera materia perfecta para poder formar el cuerpo de Jesús. Ello era impensable si María misma había nacido sujeta al Pecado original, por lo que ella tenía que haber sido concebida sin pecado. Estas ideas llevaron al Inquisidor Nicolau Eymeric a perseguir póstumamente las obras de Ramón Llull. Sin embargo, el rey Pedro el Ceremonioso protegió la memoria del beato y expulsó al Inquisidor de Catalunya, finalmente, la Iglesia católica terminó por establecer la opinión de Llull como dogma.
Escribía y hablaba perfectamente en catalán, latín y árabe, utilizaba indistintamente cualquiera de estas lenguas para dirigirse a quien las comprendiera.
Por su público, no vacilaba en expresar los más elevados conceptos filosóficos en alegres versos, y siempre preconizó la conversión de los infieles por la vía del cariño, del amor y sin ningún tipo de coerción ni de violencia.
El Sepulcro de Ramon Llull esta en el convento de San Francisco (Palma de Mallorca).