Una música íntima no cesa,porque transida en un abrazo de orola Caridad con el Amor se besa.¿Oyes el diapasón del corazón?Oye en su nota múltiple el estrépitode los que fueron y de los que son.Mis hermanos de todas las centuriasreconocen en mí su pausa igual,sus mismas quejas y sus propias furias.Soy la fronda parlante en que se meceel pecho germinal del bardo druidacon la selva por diosa y por querida.Soy la alberca lumínica en que nada,como perla debajo de una lente,debajo de las linfas, Scherezada.Y soy el suspirante cristianismoal hojear las bienaventuranzasde la virgen que fue mi catecismo.Y la nueva delicia, que acomodasus hipnotismos de color de tangoal figurín y al precio de la moda.La redondez de la Creación atruenocortejando a las hembras y a las cosascon un clamor pagano y nazareno.¡Oh Psiquis, oh mi alma: suena a sonmoderno, a son de selva, a son de orgíay a son marino, el son del corazón!
Una música íntima no cesa,porque transida en un abrazo de orola Caridad con el Amor se besa.¿Oyes el diapasón del corazón?Oye en su nota múltiple el estrépitode los que fueron y de los que son.Mis hermanos de todas las centuriasreconocen en mí su pausa igual,sus mismas quejas y sus propias furias.Soy la fronda parlante en que se meceel pecho germinal del bardo druidacon la selva por diosa y por querida.Soy la alberca lumínica en que nada,como perla debajo de una lente,debajo de las linfas, Scherezada.Y soy el suspirante cristianismoal hojear las bienaventuranzasde la virgen que fue mi catecismo.Y la nueva delicia, que acomodasus hipnotismos de color de tangoal figurín y al precio de la moda.La redondez de la Creación atruenocortejando a las hembras y a las cosascon un clamor pagano y nazareno.¡Oh Psiquis, oh mi alma: suena a sonmoderno, a son de selva, a son de orgíay a son marino, el son del corazón!