En el calendario ciclista internacional en la actualidad existen tres grandes vueltas. Estas son el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta Ciclista a España. Estas tres citas se disputan en los respectivos países a lo largo de tres semanas de duración. Todas las citas tienen ya gran tradición en el calendario ciclista profesional pero la Vuelta a España es la más joven de todas y quizás la de menor prestigio en el contexto internacional. A pesar de ello entre los ganadores de la Vuelta Ciclista a España se encuentran grandes estrellas del ciclismo.
Los ciclistas cuando preparan su año de competición acuden a unas citas u otras ya que a lo largo del año también tienen que tener periodos de descanso para afrontar con máximas garantías las pruebas en las que más les interesa competir.
Esto ha hecho que en muchas ocasiones la Vuelta Ciclista a España haya sido la prueba descartada por los grandes ciclistas. En el calendario internacional se ha priorizado habitualmente el Tour de Francia y el Giro de Italia.
Incluso el más grande de nuestros ciclistas, Miguel Indurain, nunca llegó a ganar la Vuelta Ciclista a España.
La cuestión estuvo en que se centraba en la preparación del Tour de Francia y la prueba española no le valía para ello.
Todo esto no le resta importancia a La Vuelta como tercera prueba de mayor prestigio del calendario pero si que existe una sensación desde hace años que la prueba española busca una identidad propia que todavía no ha sabido encontrar.
Continuos cambios en el calendario e incluso de color de los maillots de líder de la prueba denotan este hecho de búsqueda de elementos diferenciales respecto a las otras dos Grandes Vueltas que a día de hoy han tienen un mayor prestigio en el mundo profesional del ciclismo profesional.