Fuertes nevadas cubrieron la Acrópolis y otros monumentos antiguos de Atenas. El clima provocó también la detención temporal el martes del proceso de vacunación Covid-19. Muchos servicios en todo el país se paralizaron.
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La nieve, un espectáculo inusual en la ciudad de más de 3 millones de habitantes, también detuvo la mayoría de los servicios de transporte público, mientras que los árboles derribados causaron apagones en varios suburbios de las montañas.
También se cerraron secciones de la carretera principal de Grecia, se cancelaron la mayoría de los servicios de ferry a las islas y se interrumpieron los vuelos desde los aeropuertos regionales a Atenas.
El portavoz del Servicio de Bomberos, Vassilis Vathrakoyiannis, dijo que el servicio había recibido más de 600 llamadas de asistencia en el área metropolitana de Atenas.
“Las llamadas se referían principalmente a árboles derribados y transporte de personas atrapadas en sus vehículos a un lugar seguro, pero también a transportar pacientes en diálisis renal para recibir tratamiento”, dijo a la televisión estatal.
“Se han pospuesto las vacunas, pero hemos ayudado a transportar a los médicos y al personal médico a donde se necesitan y hemos ayudado a los técnicos de energía a llegar a las torres de alta tensión en áreas donde el acceso era difícil”, dijo.
Un fenómeno que afectó a la región
También se informaron cortes de energía y agua en el centro de Grecia, y el primer ministro Kyriakos Mitsotakis se estaba reuniendo con los líderes de respuesta de emergencia para ayudar a los residentes en las áreas oscurecidas y las aldeas aisladas por la nieve.
La nieve es común en las montañas de Grecia y en el norte del país, pero es rara en la capital, particularmente las fuertes nevadas. En los balcones y en las calles, algunos atenienses salieron cautelosamente afuera para fotografiar el fenómeno.
La nieve llegó cuando Atenas y varias otras partes de Grecia permanecen encerradas debido al reciente aumento de las infecciones por coronavirus. El cierre cerró escuelas, la mayoría de las tiendas y mantuvo a los residentes en el interior durante el toque de queda nocturno.
La ola de frío, que ya ha causado tormentas de nieve en gran parte de Europa, mantuvo las temperaturas en torno al punto de congelación en Atenas el martes, pero se esperaba que aumentara abruptamente con máximas de 14 grados Celsius para el jueves.