Hoy comienzo la semana y un nuevo mes, mi favorito del año por diversas razones, porque es el mes en el que nací, llega la primavera y con ella la luz tras un duro invierno...y a parte de desearte un mes de marzo repleto de alegrías, de metas cumplidas...regreso a la sección dulce del blog, aunque con un día de retraso, con un nuevo reto.
Este nuevo reto que comienza y en el que espero poder participar lo máximo posible, se llama Cocina de Película, lo ideó Elena, del blog Dulces Helens, que está cargadito de ricas recetas que no te puedes perder y consiste en hacer una receta y publicarla cada día primero de mes relacionada con la película que vaya tocando y, como bien sabes, soy una apasionada, enamorada...friki de todo lo que tenga que ver con el cine, por eso tengo una sección dedicada exclusivamente al séptimo arte y, si me proponen hacer algo en el que dos de mis pasiones se junten ¿me lo iba a perder?
Como es la primera vez que se hace, la película escogida para que nos inpire una receta no podía escogerla otra sino la propia organizadora del reto y, para alegría de muchos, iniciamos este camino con una de los films preferidos por los niños y no tan niños, por los amantes de la cocina...Ratatouille (Brad Bird - 2007).
Dicho film fue creado por el ganador de un premio de la Academia por Los Increíbles (2004), Brad Bird y por los animadores de los estudios de Pixar, y, con un guión que llega al espectador por su originalidad, por su sentido del humor que consigue emocionarnos y transmitirnos la pasión por la cocina, nos narra la historia de una rata enamorada de la cocina, la cuál, no está conforme con el mundo en el que vive, con robar restos de comida en la basura...y aprende a cocinar con un famoso chef de alta cocina poseedor de la Estrella Michelín, que tiene como lema en su cocina que "Todo el mundo puede cocinar", cosa que la pequeña rata se toma al pie de la letra, ya que termina trasladándose al propio restaurante que se encuentra en el centro de la majestuosa París.
La rata, que se llama Remy, se embarca en la aventura de introducirse en la cocina del restaurante del famoso chef, donde conoce a un chico desgarbado, torpe...que no tienen ni idea de cocina, Linguini y, con su ayuda, forman un equipo que hace que el restaurante vuelva a brillar tras el fallecimiento del dueño. ¿Conseguirán cumplir el lema del gran chef y su sueño de llegar a ser alguien en la alta cocina?
El nombre del film viene de uno de los platos más tradicionales en Francia, el Ratatouille, originario de la ciudad de Niza, de la Provenza francesa, compuesto por diferentes hortalizas guisadas y cortadas en finas láminas que le dan un gran colorido al plato como el tomate, el calabacín, el ajo, el pimiento, la berenjena...todas ellas aromatizadas con una mezcla de hierbas.
Como, aunque es un proyecto para este año el inaugurar una sección salada en el blog, aún no he podido dedicarle el tiempo necesario y, pensando cómo podría hacer un reinterpretación dulce que recordase, al menos un poco, al plato principal del film, se me ocurrió montar mi propio Ratatouille con las tradicionales tejas que suelen coronar los helados...y, he de decir que, a pesar de que lo consideré una buena oportunidad para llevar a cabo la receta que tenía en mis pendientes desde hace siglos y que me quedaron más grandes de lo que quería, yo creo que da el pego, jejejejeje.
Para hacer las tejas, a las que no le añadí almendras como la receta original, escogí una receta que tenía apuntada de uno de los programas de Canal Cocina, Postres caseros, de Amanda Laporte. HIce la receta tal cuál, sin añadirle, como expliqué, las almendras laminadas, dividía la masa en tres y teñí una parte de rojo y otras de verde, para darle el colorido característico que tiene el plato original y recordar a los tomates, calabacines...(éstos últimos con un verde muy chillón, pero...jejeje).
Sin más, te paso a explicar la receta de las tejas tradicionales de Amanda Laporte.
Ingredientes:
- 130 gr. de Azúcar glas.
- 70 gr. de Mantequilla a temperatura ambiente.
- 90 gr. de Clara de Huevo (Unos 3 o 4 huevos, dependiendo del tamaño de los mismos).
- 85 gr. de Harina de Trigo.
- Una pizca de Sal (No lo especifica en la receta original, pero yo se la añadí)
- Colorante comestible rojo y verde.
- Precalientas el horno a 160 grados y preparas una bandeja de horno con papel de hornear o con silicona apta para el mismo.
- Mezclas todos los ingredientes en un bol hasta conseguir una masa sedosa y sin grumos.
- Separas la misma cantidad de la masa en tres y tiñes una parte con el colorante rojo y otra con el verde, dejando una tal cual.
- Viertes dos cucharaditas de masa en la bandeja del horno y extiendes y das forma redonda dejándola lo más lisa posible y totalmente rellena, sin zonas en blanco.
- Horneas hasta que se doren, vigilando continuamente durante unos 10 minutos.
- A medida que las vayas sacando del horno, las colocas en un rodillo de madera o en una botella de cristal, molde...para darle la forma de teja rápidamente para que no se endurezcan y puedas manejarlas.
- Dejas que se enfríen y repites lo mismo con cada una de las horneadas.
- Cuando tengas todas horneadas y frías, las recortas todas de una tamaño similar y formas el Ratatouille de la manera que más te guste intercalando los colores de las tejas, aderezas con el sirope o salsa que te guste, en mi caso lo hice con sirope de arce, et...Voilà!!¡¡¡Ya tienes listo mi pequeño Ratatouille dulce!!! ;-)
Como siempre escribo, espero que hagas la receta y que la compartas conmigo a través de un comentario al final del post o en cualquiera de las redes sociales con el hashtag: #SucreriesPassions. Doy las gracias a Elena por esta nueva oportunidad de conocer gente, de realizar recetas diferentes...que me encanta y, por esperarme un día más. ¡¡Mil gracias y bienvenidas las nuevas incorporaciones!!. Saludos. Nos leemos pronto. MJ.