El final del verano nos traerá, entre otros, un evento de singular relevancia en el mundo futbolístico, las elecciones por la presidencia en el Real Madrid. Hace 4 años fueron una mera pantomima al no conseguir ninguno de los candidatos lograr los avales necesarios para presentarse. Esta vez parece que va a ser distinto y que Florentino tendrá que sacar su mejor arsenal para permanecer otras 4 temporadas más al frente de la nave blanca.
Raúl González Blanco es, seguramente, la última leyenda que ha abandonado la casa blanca, se encuentra actualmente con contrato en el Al Sadd pero vería viable rescindir el mismo si ganara las elecciones. La relación entre Florentino Pérez y Raúl ha sido siempre tirante, el gran capitán no ha estado de acuerdo con muchas de las decisiones del ser superior y cree que puede ser útil en el palco del Bernabeú tras descartar su formación como técnico, colgaría directamente las botas para pasar a vestir traje.
Si el Real Madrid no consigue ganar la Champions esta temporada significará un golpe definitivo al actual proyecto centrado en la figura de Mourinho. Con el vestuario roto, la salida del luso sería una realidad con lo que tendría que configurarse un nuevo organigrama deportivo.
Ese es el hueco que intentaría llenar Raúl, al que acompañarían viejos conocidos de la afición madridista como Guti, en un puesto relacionado con las relaciones externas, Hierro, como director deportivo y Jorge Valdano, de nuevo, como asesor. Rafa Benítez se postula como principal candidato al banquillo, si, como todo parece apuntar, no renueva como técnico del Chelsea. El gran sueño, a medio plazo, sería hacer director deportivo a Vicente del Bosque, una vez desvinculado de la federación española pasando Hierro a un puesto de enlace con la plantilla, como el que ejerció en su periodo en la FEF.
Raúl quiere recuperar los valores que vió cuando llegó al club hace ya 20 años y formar una estructura sólida que le permita competir, desde el primer momento, con los mejores de Europa. Para su proyecto deportivo tantearía los fichajes de Silva y Cazorla.
La afición blanca se ha tomado la noticia con optimismo sabedora de que Raúl ama al Real Madrid y que significará un acicate para Florentino Pérez.