Ravioli de queso Ajbane
Hacía días que teníamos una calabaza rondando por la cocina, le pasábamos el plumero, intimamos, hablábamos con ella, incluso un día le cortamos el pelo, familiaridad vamos.
Mi santa madre, muy de refranes ella, aparte del ya consabido "Cuidado Jorgito con las malas compañías" solía utilizar muy a menudo y para hacer hincapié en la falta de sangre o de gracia hacia alguien o algo, aquel de: "Eres más soso que la calabaza" y sí, realmente si que lo es.Ese, es uno de los motivos por los que decidimos indultar a aquella preciosa calabaza violín nacida muy cerca de Oualidia y convertirla en algo decorativo.De pronto MJ publicó una receta de una crema de calabaza, miré a la nuestra con el rabillo del ojo y me dije, al más puro estilo Bogart: "Llegó tu día muñeca" y nos decidimos a versionar la receta de María José.Junto a ella, la calabaza, unas castañas turcas, malas donde las hubiere o hubiese y en la nevera, los restos de un queso Ajbane, nuestro queso Ajbane de mis amores...Y nos pusimos en marcha.Hicimos la crema de calabaza exactamente igual que MJ con la única salvedad que hervimos los ingredientes en agua de cilantro, conseguida macerando, en cantidades iguales agua y esa hierva durante una noche. Por lo que nos saltaremos ese paso.Para el ravioli:Ingredientes
Castañas (si no son turcas... mejor)Queso Ajbane (cabra fresco)Harina y huevos para la pasta frescaHaremos la pasta fresca de la forma habitual, nosotros la hicimos con la máquina de hacer pasta. Asamos las castañas, dejamos enfriar y picamos finamente. Mezclamos con el queso formando una bola homogénea. Rellenamos los raviolis y hervimos en abundante agua con sal.Servimos la crema de calabaza, encima disponemos el ravioli y acompañamos con unas castañas asadas y unas hojas de cilantro.Servimos muy caliente.Calabaza, te llevo en el corazón