Lo prometido es deuda y como os dije en el post anterior, aquí os traigo esta receta que pasó de ser un plato principal en origen a convertirse en parte de un menú de tapas digamos sofisticado, ¿por qué no denominarlo así, oye?.
Es un plato algo elaborado, no os voy a mentir, las cosas como son. También debo decir que es una receta de cosecha propia que se me fue ocurriendo poco a poco y que merece la pena a pesar del curro que conlleva, pero hay que echarle tiempo y entiendo que de eso no se tiene mucho en estos tiempos de estrés en lo que todo lo hacemos corriendo (¡una pena!). Por eso os propondré la versión fácil y corta al final de la receta, por si os animáis a probar pero os echa para atrás el grado de dificultad.
Si contáis con el tiempo, os animo a que la hagáis completa, merece la pena ¿qué voy a decir yo, verdad? je, je...
RAVIOLI RELLENOS DE BRANDADA DE BACALAO AL PESTO ROJO DE TRAPANI
BRANDADA DE BACALAO
Vamos a comenzar la receta elaborando en primer lugar la Brandada de Bacalao, para ello utilizaremos:
1 bandeja de 250 grs de migas de bacalao desalado; 1 vaso de leche evaporada; 3 dientes de ajo; 1 cayena; aceite de oliva.
Pelamos y picamos los ajos muy finamente y los ponemos a dorar en una cucharada de aceite con la cayena. Una vez dorados, añadimos el bacalao cortado en trozos pequeños, añadimos un chorro de aceite y vamos removiendo con movimientos aplastantes constantemente hasta desmigar completamente el bacalao, para ello, iremos añadiendo el vaso de aceite poco a poco, dejaremos que el bacalao lo absorba según lo vamos aplastando ligeramente y repetiremos la operación hasta que el bacalao esté completamente deshecho. Retiramos la cayena y añadimos la leche evaporada poco a poco, de nuevo, dejaremos que el bacalao la vaya absorbiendo y repetiremos la operación hasta que la hayamos echado toda. Dejamos enfriar.
Es el momento ahora de elaborar nuestro pesto rojo de Trapani, una región del oeste de la bellísima isla de Sicilia. Encontré esta receta y me pareció la ideal para acompañar este plato.
PESTO ROJO DE TRAPANI
Este pesto se elabora igual que el pesto tradicional pero usando almendras en lugar de piñones y añadiendo un tomate pelado. Estos son los ingredientes:
1 paquetito de albahaca fresca; 1 diente de ajo; 1 tomate; 1 puñado de almendras crudas; 50 grs de queso rallado (yo usé Grana Padano, más barato y fácil de encontrar y también muy rico); sal; pimienta negra recién molida; aceite de oliva.
Pelamos el tomate y el ajo. Lavamos bien la albahaca y rallamos el queso. Ponemos todos los ingredientes en el mixer de la batidora (los puristas del pesto me van a matar, porque debe hacerse en un mortero de mármol, pero a tanto ya no llego) y mezclamos bien hasta obtener una salsa como esta:
Reservamos la salsa hasta el final de la receta. Os aviso, está buenísima, meteréis el dedo más de una vez, ja, ja...
PASTA FRESCA AL HUEVO
Una vez listos el relleno y la salsa, elaboraremos la pasta fresca, para ello harán falta:
POR CADA COMENSAL: 100 grs de harina; 1 huevo; sal.
Como yo hice la receta para una tapa, hice pasta sólo para una persona (para que os hagáis una idea, salen como 16 ravioli, aunque como era mi primera vez, sólo me salieron bien 8, contad con eso, je, je...),
Hacemos un volcán con la harina y le hacemos un agujerito en el centro, añadimos el huevo y la sal. Batimos el huevo con cuidado con la ayuda de un tenedor y cuando esté más o menos batido, vamos añadiendo harina de fuera hacia adentro con las manos. Amasamos hasta obtener una masa que no se pegue a las manos. Nos lavamos bien las manos y amasamos unos 15 minutos hasta obtener una pelota lisa como ésta:
Cubrimos con papel film y dejamos reposar 30 minutos en un lugar fresco. Mientras tanto, elaboraremos el relleno y el pesto, aunque se pueden tener hechos ya previamente para ahorrarnos tiempo.
Pasado ese tiempo la aplastamos con la ayuda de un rodillo y la pasamos por la máquina de pasta las veces necesarias hasta que nos quede del grosor deseado (lo ideal son unos 0.5 mm), si no tenéis máquina de pasta, ¡a darle al rodillo!, para ello, hay que ir girando la masa cada vez que se pasa el rodillo en el sentido de las agujas del reloj.
El último paso sería cortar la pasta según la forma deseada y rellenarla, cerrándola bien para que no se nos salga el relleno. Si hacéis los ravioli a mano, os aconsejo pintarlos con huevo batido para que se cierren bien. Una vez cerraditos, los ponemos a cocer en agua hirviendo con sal. Los echamos cuando el agua hierva a borbotones y de uno en uno para que no se peguen. Cocemos unos cuatro minutos, hasta que la pasta esté al dente, si os gusta más pasada, cocedla un minutillo más.
Escurrimos y cubrimos con nuestro pesto rojo y ¡hala! ¡a la mesa!.
VERSIÓN CORTA (Y FÁCIL): Como os decía al principio del post, si (como es lógico) no tenéis tiempo de liaros en la cocina, podéis hacer esta misma receta comprando pasta fresca (la que más os guste aunque yo os aconsejo spaguetti). Cocéis la pasta el tiempo que ponga en el envase y reserváis agua de cocción. Le añadís la brandada de bacalao y removéis bien añadiendo un poquito de este agua para que la pasta quede suelta y con brillo. Añadimos el pesto por último, removemos bien y servimos. Mucho más rápida e igual de rica.
CONSEJO: Si os sobra brandada, podéis usarla para hacer unos ricos canapés con pan tostado y si os sobra pesto, guardádlo en un bote de cristal en la nevera, se conserva bien y podéis usarlo para cualquier plato de pasta rápido, o incluso para un sandwich al que daréis un toque de lo más rico.
¡Espero que os haya gustado! ¡Feliz Miércoles (ya casi jueves) a todos!