Hay muy poca gente a la que no le guste la pasta. Desde niños nos acostumbramos a comer semanalmente los macarrones o spaguetti con tomate y chorizo o carne. Es una comida sana (degustándola en cantidades moderadas) que combina los hidratos de carbono con proteínas de la carne o el pescado y las vitaminas de las hortalizas.
La pasta de hoy es de categoría, casi de lujo o de celebración. Para los amantes del queso como yo (en otra vida fui ratón seguro) el añadir un delicioso Moliterno trufado es un plus que transporta al paraíso.
Vino mi hermana Meli a comer ayer y por eso le preparé esta pasta excepcional. Ella decía mientras la paladeaba: ummmm, no quiero que se acabe... ¿Hay mejor cumplido para una cocinera?
Para 4 personas:
- 2 paquetes de raviolis rellenos de setas
- 1 tarro de 40 g de boletus deshidratados
- 400 mL de nata para cocinar
- un chorreón de leche
- aceite de oliva
- 1 cucharadita de polvo de setas (opcional, es mi ingrediente secreto)
- 100 g de queso Moliterno trufado (u otro de vuestro gusto)
Se hidratan los boletus introduciéndolos cubiertos de agua en el microondas 3 minutos. Se escurren y se rehogan con un poco de aceite en una sartén.
Se cuece la pasta según las instrucciones del fabricante (unos 4 minutos, pues es pasta fresca), se escurre y se reserva.
Se añade a la cazuela los boletus rehogados y la nata. Se agrega la cucharada de polvo de setas y se sala. Se rectifica si está muy espeso añadiendo un poco de leche.
Se deja que se caliente la salsa, dejando que dé un hervor. Se incorporan los ravioli y se le da un meneíllo a la cazuela, para que se impregnen de salsa.
Se sirven inmediatamente con queso Moliterno trufado (de Quesolera, en el Mercado de Moratalaz) y un poco de perejil fresco. Mirad qué aspecto tiene el magnífico queso!!!