Irlanda se tambalea, y no es una frase, realmente está en peligro su independencia política y económica. Santiago Niño en su libro "El crash del 2010’’, cuenta cosas sobre este país que pasó de ser el más pobre de la UE al segundo más rico en renta per cápita en muy poco tiempo.
Recibió junto con España el mayor volumen de fondos comunitarios, sí, pero además el gobierno conservador aplicó teorías semejantes a las del PP español, bajó los impuestos a las sociedades hasta menos de la mitad de la media europea, con lo que las multinacionales inundaron Dublín, desreguló casi totalmente el sector financiero y apostó por el crecimiento del ladrillo, concentrando riesgos en pocas empresas, hasta lograr una de las mayores burbujas inmobiliarias del planeta, para lo cual necesitó todo tipo de préstamos mundiales, porque no tenían ahorro.
No parece que sus problemas sean simplemente de corto plazo, (como si los tiene Portugal agravados por estos acontecimientos) ellos dicen no necesitar financiación pública inmediatamente, pero por lo que se ve parecen problemas gravísimos de medio y largo plazo, derrumbe de un modelo económico, incapacidad de crecer en el futuro y por tanto no poder hacer frente a sus obligaciones. Anunciar una reducción fiscal de un 4% del PIB para el año que viene sería equivalente a plantear en España recortes durante el 2.011, de 40.000 millones de euros. Increíble.
El conjunto de la deuda irlandesa, privada y pública, está en el entorno del 450 % del PIB, siendo en el caso español un 360%, (300 privada, 60 pública). Las últimas alarmas saltan por las declaraciones de Merkel y Sarkozy en la reunión de mediados de octubre en las que dicen que el sector privado debe asumir responsabilidades en caso de reestructuración de deudas si un país pide ayuda. (Discutible, pero no tan descabellado, en todo caso será de aplicación a partir de 2.013, cuando se implante el fondo de rescate permanente).
La grave situación de su sector financiero está en el centro de su problemática, porque está excesivamente sobredimensionado en relación a su PIB, enormemente concentrado y fuertemente endeudado en la burbuja inmobiliaria concentrando sus riesgos en muy pocas empresas inmobiliarias, quebradas y además todo ello con dinero prestado.
A la banca irlandesa, uña y carne del gobierno conservador, éste le ha facilitado ayudas directas de miles de millones de euros (50.000), metido dinero a borbotones desde el comienzo y comprometido en 2.008 con avales públicos extremadamente generosos que aseguran todos los depósitos y pasivos bancarios, privados. Si la banca irlandesa tiene problemas, su rescate comprometido por el gobierno conservador, puede ser un golpe terrible para las finanzas públicas. El país ha sido entregado a la banca e inmobiliarias, amén de a las multinacionales exentas de impuestos, si el sector financiero se derrumbara, arrastraría al país entero.
Se calcula (Daniel Gros, CEPS citado por El País) en torno a un 90 % del PIB, la inyección que el BCE ha realizado de créditos al 1% de interés, Grecia habría recibido el 40% del PIB y España el 11%. Durante octubre la banca irlandesa ha acudido al BCE a tomar esos préstamos al 1% (Díez Guijarro, citado por El País) por valor de 130.000 millones, un 30% del total de toda la eurozona, representando su economía solo un 2,5 % respecto del total, lo cual transmite fuertemente la imagen de una banca con bastantes dificultades.
Problemas colaterales son el aumento del riesgo a los otros países periféricos, sean o no similares a Irlanda, dando lugar a episodios especulativos que encarecen su financiación. Irlanda a pesar de no necesitar financiación a corto plazo, en estos días los mercados han subido el tipo del bono a 10 años hasta el 10%, con tipos de interés del BCE al 1%.
Otros daños pueden producirse por el grado de riesgo asumido por la banca alemana con Irlanda, de la misma cuantía que la que mantienen con Reino Unido, entre 100.000 y 150.000 millones de € según estudios, con la enorme diferencia de tamaño que existe entre sus economías. La banca inglesa, mantiene una posición similar en Irlanda a la banca alemana, especialmente los grandes bancos (veremos cuanto afecta al Santander británico) que unido a su fuerte relación comercial, de cifras absolutas similar a la que mantiene con los BRIC, (siendo tamaños extremos), explican su interés por participar en el rescate irlandés, aún estando fuera de la eurozona.
Necesita ayuda de la zona euro y del FMI, pero dicha ayuda no les gusta a los políticos irlandeses porque supondría una cesión de soberanía muy superior a la actualmente efectuada, ahora similar a la de todos los integrantes de la UE. Cualquier ayuda de la zona euro, combinada a o no con las ayudas del FMI, producidas en estas circunstancias de ‘default’, supone un control exhaustivo de la economía durante años, extremadamente superior al que ahora pueden tener bajo el paraguas de instituciones compartidas del euro y la UE.
En esta situación trágica encontramos aspectos que saltan de un lado a otro, en ocasiones poco comprensibles a primera vista. El primero la negativa o resistencia del gobierno irlandés a pedir ayuda. Para los irlandeses los temas de soberanía después de tantas luchas por su independencia cercana tienen una especial dimensión y por ello se negaban en rotundo, hasta ahora, a solicitar las ayudas que la eurozona quiere aplicar, por lo que supone de pérdida de soberanía, pero me parece que no habrá otra solución, para ellos y para el euro.
PD. Aquí mientras tanto, Ana Botella por la tele, culpa a Zapatero de la crisis del euro, producida porque los gobiernos no pueden gastar tanto. Señor, señor, que pena.
PD2 Que otras cuestiones se esconden tras la batalla del euro. Mañana mas, to be continued