Razas Poderosas, No Peligrosas.

Publicado el 08 febrero 2017 por Ivanpok

Foto: GINGER MONTELEONE

Desde el 30 de enero de este año comenzó a regir el nuevo código de la policía que te exige obtener una póliza de responsabilidad civil extracontractual, si eres dueño de las razas potencialmente ¨peligrosas¨ o poderosas, como nos gusta definirlas a nosotros como fundación. Sin embargo, aunque no es claro el proceso para obtener la póliza y los permisos pertinentes, hay numerosas precauciones y recomendaciones que, como dueño de estos peluditos, puedes llevar a cabo inmediatamente.

Una de estas razas no es como las otras… ¿cuáles son?

A pesar de que el código de la policía (artículo 108-E) ya determinaba que razas estaban bajo estos términos, es importante tener en cuenta la actualización de la ley que rige actualmente. Las razas incluidas son: American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, De presa canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier y Tosa Japonés.

Lastimosamente, como lo explica Natalia Montenegro, rescatistas y protectora de animales, la alta ola de obtención de estas razas se dio por una especie de “moda” que demostraba la rudeza o agresividad de las personas, sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de estas razas.

Potencialmente amorosos

Giovanna Caballero, lleva 10 años trabajando con pitbulls. Un día se topó con un perro de raza potencialmente peligrosa que logro su objetivo: robarle el corazón. A raíz de esto, Giovanna no solo sentía que el nuevo miembro de su familia era estigmatizado, también, ella comenzó a sentir como la gente la estigmatizaba como dueña de un pitbull.

Como lo expresa Giovanna, ¨todos los perros muerden, que unos muerden más duro que otro, sí, es cierto. Sin embargo, todo es un tema educativo de la mascota¨ y aunque la ley lleva vigente más de 14 años, la única diferencia es que esta vez está afectando el bolsillo de las personas lo cual afecta y amenaza el bienestar de estas razas con la ley que ya rige.

Natalia Montenegro, cuestiona el destino de los animales que potencialmente serán abandonados por sus dueños ya sea por miedo a una multa económica (32 salarios mínimos diarios legales vigentes) o a la supuesta amenaza que representan estas razas en su propia casa. Esto, también se podría convertir en un problema, no solo de protección animal, sino también social al incrementar el número de perros en la calle.

La correa es el cordón de vida

Así que… ¿qué puedes hacer para proteger a tu poderoso mientras obtienes tu póliza?

  1. Usa bozal: ¡No es abuso, no los lastima y no es incorrecto! Como los humanos, los perros tienen diferentes personalidades y así como uno querrá jugar con otros perros, otros querrán explorar el campo y jugar a ser detectives. Al contrario de lo que se piensa sobre el bozal, al usarlo en tu perro, podrás tener la certeza de que no comerá nada indebido del suelo, o que no jugara brusco con otros perros o incluso humanos. Si tu peludo ya no es un cachorro, asegúrate de que el proceso para acostumbrarlo al bozal no sea traumático dándole golosinas y felicitándolo cuando no sienta ansiedad al ver el bozal.
  2. Edúcalos: ¡Sí! Los perros son como un niño entre 3 y 5 años, así que necesitan educación. Esto también incluye disciplina: está bien decirles que NO. Al consentir excesivamente a nuestras mascotas podemos malacostumbrarlos a ser muy imponentes y/o territoriales.
  3. Edúcate: Ser dueño de un perro de raza poderosa, como de cualquier peludito, conlleva responsabilidades. Al ser perros más grandes, pesados y energéticos, estas razas demandan tiempo. Edúcate en el espacio que ellos necesitan, la cantidad de ejercicio y sus rasgos de personalidad para estar seguro que puedes brindarle el mejor hogar; asegúrate de que tanto tu como el perro se sienten cómodos conviviendo juntos.
  4. NO LOS ABANDONES: estos poderosos ya son parte de tu familia, si tú mismo los criaste sabrás que son amorosos y conocerás su temperamento, así que no pongas de lado la felicidad del peludo. Pregunta, averigua y concientízate de cómo obtener los permisos necesarios para darle a tu perro la mejor calidad de vida. No permitas que los estereotipos se interpongan en el lazo que tienes con tu poderoso.