El ratón Razer Deathadder no es el típico ratón que sólo sirve para abrir y cerrar páginas y archivos, es un ratón hecho para el juego y para los gamers más exigentes!
Lo primero que cabe destacar del ratón es obviamente la comodidad que ofrece el ratón a la hora de cogerlo, el tacto y la sensibilidad del mismo. Todo, absolutamente todo del ratón es increíblemente ergonómico, todos los botones están perfectamente puestos para no tener que mover casi en absoluto los dedos para poder usarlos. La cubierta tiene un tacto sedoso y no se quedan marcas a la hora de usarlo, lo cual para jugadores ávidos se nota. Destaca la iluminación del ratón, sobre todo en el logotipo de Razer, situado justo donde se apoya el centro de la palma, ya que parece un corazón latiendo (se apaga y se enciende dejando ver el logotipo de Razer).
El click del ratón no es de los que hay que apretar mucho, lo cual hace que el click sea suave, preciso y placentero también. La rueda gira de manera suave también y, como he destacado antes, brilla con un color azul que, en contraste con el negro mate del ratón, le da un toque muy estético.
En cuanto a las características técnicas, destacar que usa un sensor de infrarrojo 3.5G de 3500 DPI con una respuesta aproximada de 1ms (para comparar con un ratón normal -> 400-800DPI con una respuesta de 8ms aprox.), 5 botones completamente programables e independientes, cable de fibra con el conector USB bañado en oro para una mejor transmisión de datos (por la conductividad del oro).
Lo único que se le podría echar en cara a este ratón quizás sería la falta de botones para poder cambiar (bajar o subir) los DPI del ratón, dependiendo del uso que se le quiera dar.
En conclusión, la verdad que una vez que usas este ratón no lo quieres cambiar por otro en mucho tiempo, por la comodidad y la precisión del mismo. Muy fácilmente es el mejor ratón que he tenido conmigo en mucho tiempo.