Hasta hace no mucho tiempo el uso de un potenciómetro estaba destinado solamente a los ciclistas profesionales. En los últimos tiempos esta situación está cambiado debido a que cada vez son más modelos los que hay en el mercado y los precios han descendido considerablemente.
No obstante, un medidor de potencia no tiene sentido para el 100% de los ciclistas aficionados. Es muy recomendable para aquellos que montan en bicicleta muy habitualmente y siguen unas rutinas de entrenamiento. Vamos a ver algunos de los beneficios que tiene su utilización.
Medición objetiva de datos
Los medidores de potencia tienen una ventaja muy importante respecto a los pulsómetros. Y es que a los potenciómetros no les afecta en absoluto condiciones externas que sí afectan al pulso.
El pulso está afectado por muchos condicionantes como puede ser el descanso, la alimentación, el estado de nervios, etc.
Con un potenciómetro la medida nunca va a estar alterada por ningún factor externo de los que hemos comentado, por lo que la medición va a ser totalmente objetiva.
Inmediatez de la medición
Con un potenciómetro vamos a obtener los datos con inmediatez respecto al pulso. Esto sobre todo es interesante cuando se hacen series.
El pulso puede tardar hasta 30 segundos en estabilizarse cuando estamos haciendo una serie, ya que no pasa de 120 pulsaciones a 150 en un segundo.
Sin embargo los datos de potencia son instantáneos, lo cual hará que aprovechemos las series desde el primer segundo hasta el último.
Precios moderados
Aunque actualmente adquirir un potenciómetro sigue siendo notablemente más caro que adquirir un pulsómetro, las nuevas tecnologías y la competencia está haciendo que los precios desciendan de manera considerable.
Actualmente podemos adquirir un medidor de potencia por un precio aproximado de 400 ó 500 euros. No obstane seguro que estos precios seguirán bajando progresivamente.