Razones para largarse #933

Por Francescbon @francescbon

Bien alineadito a la derecha para que su sonrisa sea más franca

Los clásicos nombres y apellidos hispánicos comparten la característica de no incluir la letra W. No así en Hispanoamérica, o como queráis llamarla, donde hay profusión no solo de W sino de Y al final de apellido (y antes de consonante), de K, y de dobles consonantes, PP, SS y TT, indudablemente estas últimas procedentes de apellidos italianos, e indudablemente dobles grafías que nunca serían conscientes de las múltiples interpretaciones a las que el avance de los tiempos las expondría. Entonces: queda claro que Wert no es un apellido directamente español, ni españolizado. Siempre me hizo gracia el nombre de un jugador argentino que se alineó con Madrid, Español y Zaragoza, allá por los 90. Juan Esnáider: eso era una adaptación. O quizás la obra de un funcionario demasiado vago y un padre demasiado temeroso en el registro de nacimientos. Pues indudablemente el apellido en cuestión fue Schneider, y sufrió una evolución, seguro, nada darwiniana. Toda urgencia y pragmatismo: muy complicado, pongámosla como suena, y respetemos, por eso, las reglas de acentuación y el uso de los diftongos.Si hubiera pasado algo así, el ministro de educación del estado español se llamaría Güert, y su nombre en vez de sonar alemán, sonaría hasta medio catalán, por el uso de la diéresis.Bien: Wert ha dicho ya abiertamente que la educación de los niños españoles (saco en el que muy coherentemente con su ideario y las directivas recibidas ha incluido a los catalanes) debe contener elementos ideológizantes. Es decir, que se ha de instruir en un determinado sentido y anular (el grado ya lo establecerán cualquier día de estos, las mayorías absolutas es lo que tienen) tanto el libre albedrío como la voluntad que cada uno tiene para decantarse por un ideario en función de la contemplación de la realidad y la adaptación a sus circunstancias. Que es como algunos configuran su ideario. Va a ser lógico entonces que unos cuantos queramos largarnos de un estado donde los niños no son educados para tomar sus decisiones. ¿O no?. Sin saber lo que hay al otro lado del espejo, seguro que es lo mejor de lo que hay en éste.