Razones por las que me gusta madrugar

Por Sermadrepr
Cuando comencé  trabajar en radio (hace 16 años)  me dieron uno de los turnos más rechados por mis colegas, el de las 5 de la mañana. Para ese entonces vivía en Corozal y trabajaba en San Juan. Así que tenía que poner la alarma a las 3:45 a.m. si quería llegar en tiempo a la Redacción. Así pasé muchos años. Cambié de trabajo, de turnos y hasta de casa pero el horario seguía siendo el mismo. Ahora que trabajo desde mi hogar nada ha cambiado. Y no es mi culpa. Ahora es mi reloj interno. No necesito una alarma para despertarme. No importa la hora en que me acueste, sigo abriendo los ojos a las 3 o 4 de la madrugada. Eso incluye los fines de semana. No soy de las personas que se queda en la cama por horas. Tan pronto abro los ojos siento la necesidad de levantarme y salir a comerme la vida (y tomar café).
A veces quisiera dormir hasta tarde pero al mismo tiempo me gusta despertar temprano.  Es un tiempo que puedo hacer y disfrutar cosas sola y sin distracciones. Es la mejor hora para disfrutar mi primera taza de café en silencio. Es el momento perfecto para hacer ejercicios, contestar correos electrónicos (porque no esperas ningún correo de seguimiento), es la hora en que más productiva me siento (y cuando mejor trabaja la velocidad de mi servicio de Internet), puedo ordenar la casa sin que me saboteen la limpieza y hasta ver algunos capítulos de mis series favoritas en Netflix. ¿Lo mejor? Tengo el resto del día para disfrutarlo junto a mi familia y para hacer otras tantas cosas. Muchas personas me preguntan desconcertados si estoy durmiendo lo suficiente. La realidad es que duermo siete u ocho horas diarias. Me levanto temprano pero me acuesto temprano. Desde que soy mamá la prioridad no es dormir mucho sino dormir bien.¿Te pasa lo mismo? Foto: FreeDigitalPhotos.net|winnond