Formas de unir un país.
"Poco después de ser elegido de su país y de decretar la abolición del Apartheid, Nelson Mandela tiene un largo camino por delante si quiere erradicar de Sudáfrica, el odio que existe entre la población por culpa del separatismo racial.Para conseguirlo, el nuevo presidente intenta conciliar las relaciones de la gente en varios estamentos, empezando por las personas que le rodean y tomando decisiones que no son demasiado populares entre la población de raza negra. Pero no es suficiente, necesita algo que pueda unir a todo el país, es entonces cuando pone su mirada en el equipo nacional de rugby y en su capitán..."
Mandela analizando las posibilidades del equipo desde la grada.
Mi desconocimiento sobre el Apartheid era total, y a consecuencia de esto, cuando veía un anuncio o algo relacionado con esta película simplemente pensaba que era una historia sobre rugby. Este deporte no me interesa lo más mínimo y por eso había dejado pasar Invictus, pero a veces la televisión y el aburrimiento hacen que descubras joyas del séptimo arte que te habían pasado desapercibidas.
Esta película tiene un trasfondo muy serio, que va mucho más allá que los sentimientos que puede llegar a despertar un deporte. Es un verdadero homenaje a la figura de Nelson Mandela. De hecho se nos muestran tanto partes de su actividad política como partes de su vida privada. Lo que se muestra de la primera, se centra claramente en cómo intenta conseguir que la gente deje a un lado todos sus prejuicios y todo su odio. La trama principal nos deja ver cómo utiliza el deporte para conseguir esta meta, pero a mí me han gustado más los pequeños ejemplos que ocurren de una manera más rápida a consecuencia de sus decisiones. Un ejemplo claro de esto serían sus guardaespaldas, los actores que los interpretan lo hacen muy pero que muy bien, desde el minuto uno ves las tiranteces que existen en la población del país... pero a una escala más reducida. Es muy interesante ver cómo van limando sus asperezas en el trabajo, cómo se van conociendo poco a poco, y cómo acaban cediendo y llegan a ser buenos compañeros e incluso entablando una amistad.
Por otro lado está el ámbito familiar, que es sorprendentemente parecido en los dos protagonistas. Tanto en la familia del capitán Francois Pienaar como en la de Mandela hay un fuerte recelo inicial a todos los cambios que se avecinan, de hecho, es en la de este último en la que hay una oposición más fuerte (algo que me pareció muy curioso). Sin duda alguna, la interpretación es uno de los puntos fuertes de la película, si a eso le añadimos una historia interesante y una trama bien desarrollada, tenemos un peliculón.
Me ha encantado, algo que no me esperaba en un principio. Los temas históricos que trata son muy interesantes y en ningún momento se hace aburrida, parece que Clint Eastwood sabe lo que se hace a la hora de dirigir una película. Os la recomiendo a todos.
Un plan arriesgado, pero que da sus frutos.