Hace unos días decidí cerrar el blog porque consideré que ya no tenía razón de existir al haber cumplido su objetivo. En este post expliqué cuál fue la motivación inicial al abrirlo: El árbol bimilenario (y la motivación de este blog)
Año y medio atrás participaba en un foro y me preocupaba la creciente polarización de los católicos en dos tendencias que yo llamo ultraprogresismo y ultratradicionalismo. Entre los tradicionalistas veía que se encontraban mezclados el trigo y la paja, verdaderos tradicionalistas fieles al Papa y sedevacantistas....hoy con el diálogo entre la Santa Sede y la FSSPX veremos separar el trigo y la paja. Por otro lado, el progresismo a ultranza me parece que está en retroceso, contamos con un Papa que insiste mucho en la hermenéutica de la continuidad, además ahora se está teniendo más cuidado en la elección de obispos, todo esto tarde o temprano dará buen fruto. Por este motivo, y otros personales, decidí que el blog había finalizado su ciclo, por lo menos ahora la situación la veo mejor que hace año y medio atrás.
Pensé que al anunciar que lo había cerrado las visitas disminuirían....pero no es así, siguen visitando el blog y va en aumento. No quiero tener seguidores porque no me gusta el slogan que usa Blogger.com "presume de tus seguidores", además ¿quién soy yo para tener seguidores? siempre tengo presente el Cohelet: "todo es vanidad", tampoco me gusta hablar de cuántos lo visitan diariamente, pero no puedo negar que este modesto blog se ha convertido en una pequeña herramienta en tan poco tiempo al tener un promedio de visitas diarias de 200 visitantes únicos, además de un lector de Roma. Una cifra nada despreciable para quien considera que con uno solo amerita el esfuerzo, porque puede llegar a desgastar escribir en un blog, más si se trata de temas que tienen que ver con la fe católica porque la responsabilidad es muy grande además de tener que sopesar todo el tiempo entre la justicia y la caridad, entre callar o denunciar, en cada post que se escribe. Siempre es más cómodo permanecer en silencio....pero he decidido continuar con este blog y el nuevo: Charlemos sobre la Gracia. Me inspiró el padre Gelabert: "Somos conscientes de nuestras limitaciones, pero con toda humildad decimos: al menos hay que intentarlo!"