Cuando estaba en la búsqueda de mi embarazo hablaba del SBR o síndrome de la buscadora rabiosa. Quien ha estado en esa situación, sabe de lo que hablo.
Por aquel entonces, jamás me planteé que ese sentimiento pudiese durar a lo largo del tiempo. Y ahora me encuentro que, aunque con matices, sigue aquí.
Para quien no entienda este sentimiento, quizás resulte extraño que me sienta así teniendo ya un hijo. Yo misma también me sorprendo sintiéndome así y me digo, “pero Laura, ¿por qué?”. Y enseguida me viene la respuesta a mi pregunta.
Porque tú no pudiste hacerlo sola. Porque no podrás hacerlo sola. Porque jamás vivirás la ilusión de encontrarte embarazada de repente. Porque es algo que, aunque no tenga razón, me hace sentir menos mujer que otras mujeres.
Y ya veis que gilipollez. Habiendo sido capaz de gestar un bebé en mi interior, algo que a mi parecer es mucho más chungo que una simple fecundación en una trompa de Falopio, debería tener más que asumido que soy una mujer “de las de verdad”.
Haberlo pasado mal con la puñetera infertilidad es lo que tiene. He cambiado.
La infertilidad me cambió. Hubo un antes y un después en mi forma de ser y lo que antes me entristecía, ahora me parece una chorrada al lado del hecho de no poder tener hijos de forma natural.
He recibido varias noticias de embarazos después de haber sido madre, y mi primera reacción es negativa.
Después lo asumo mucho más rápido que antes, pero en el momento de la noticia vienen a mi mente los mismos pensamientos de siempre.
¿Y por qué yo no?
Y me siento malísima persona. Quizás peor persona que antes. Porque antes no tenía hijos y era en plan “el mundo me castiga”. Me sentía con derecho a enfadarme. Pero, ¿ahora? Ahora soy madre, tengo lo que quería, ¿por qué me molestan los embarazos de otras mujeres? ¿Por qué soy tan horrible?
Supongo que es porque son un recuerdo de mi desgracia, y por más feliz que me haga Bichito, tengo esa herida ahí. Cicatrizada, pero es de las que pican con el cambio de tiempo, ¿entiendes a lo que me refiero?
Admiro a esas mujeres que tras haber luchado con la infertilidad se olvidan del tema (si es que las hay…), pero yo soy incapaz. Cuando me junto con más gente con hijos, siempre lo pienso, “¿habrá alguien más con niño probeta?” Y ya no solo por la curiosidad de saberlo, sino por sentirme menos mujer que otras.
Absurdo, lo sé. Pero necesitaba soltarlo.
¿Alguna más se siente como yo? ¿Cómo sienta la noticia de un embarazo ajeno cuando se es madre a través de reproducción asistida?