Estamos ante el exterior de esta Real Iglesia mandada construir por Fernando VI en la misma plaza en la que también se encuentran los Jardines del Palacio de Aranjuez y la fuente de la Mariblanca.
Proyectada por los arquitectos Isidro González Velázquez y Santiago Bonavia en el siglo XVIII.
Tiene su origen en un oratorio que Felipe IV mando habilitar como provisional debido a la poca capacidad de la Capilla Real que solo tenía dos altares. Fue también utilizada como cuartel por las tropas napoleónicas.
Se integra en la formación de la plaza de San Antonio, centro neurálgico de Aranjuez y conocida tradicionalmente como la plaza de la Mariblanca, primera de las iniciativas de la expansión urbana del Real Sitio.
En esta otra foto podemos verla con más detalle, aunque es cierto que es complicado sacarla entera por las dimensiones de la arcada que supone una extensión de la propia Iglesia.
Se concibió como capilla real, ocupando el punto de fuga de la plaza y asimilándose a un sistema de arquearías que articulan el gran espacio, mediante un juego de curvas y contra curvas.
Se encuadra en un urbanismo cortesano donde la influencia italiana es patente, debido en gran parte al autor del proyecto. A esta influencia responde su concepto de planta circular centralizada, subrayada por la cúpula.
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