Real Madrid - F. C. Barcelona, ¿conspiración judeo-masónica?

Eran bolos veraniegos vestidos de competición oficial, pero eran clásicos, eran partidos entre los dos más grandes de España y el mundo, y aunque estemos entre playa, chiringuito, concierto y botellín, tenían que dar que hablar. En la ida, un gran Real Madrid empató in extremis después de que Messi, tras vomitar en el campo por su baja forma, y los errores defensivos del equipo de Mourinho echaran por tierra el gran trabajo realizado durante todo el choque. En la vuelta, las provocaciones de los culés, el arbitraje parcial que no vio las entradas duras de los locales mientras sí vio todas y alguna más de los visitantes. Unos jugadores azulgrana que fingieron como siempre, y un Madrid que fue mejor durante todo el partido, pero que volvió a sucumbir porque el Barça tiene al mejor jugador del mundo, que ni estando en baja forma, son capaces de parar los defensas blancos. Le metió dos goles, dio el otro y se rió del madridismo, hizo gestos de provocación al banquillo... Un crack en todos los sentidos, que utiliza todos los medios a su alcance para ganar, aunque sea desquiciando al rival con tretas poco deportivas. Después vino la tángana final, tras una entrada durísima de Marcelo, injustificable a todas luces, que mereció la tarjeta roja. Una tángana en la que se ha hablado del dedo de Mourinho en el ojo de Vilanova, de las discusiones entre Casillas y Xavi... Pero no se ha hablado del puñetazo a Özil, los insultos de Messi y otras cosas que hicieron los jugadores del Barça. Al final, la prensa habla del desprestigio del Madrid, de su pérdida de señorío y valores, de lo maravilloso y deportivo que es el Barça... ¡Pamplinas!"

Y lo digo bien alto porque ni unos son tan malos, tan duros, tan antideportivos, ni los otros son la madre Teresa de Calcuta. Aquí todos tienen culpa y no se puede demonizar a unos y santificar a otros. La prensa dice que Casillas ha llamado a los pesos pesados del Barça para arreglar la situación, sobre todo de cara a la selección. Y esto duele al madridismo, no cabe duda, porque se ve como una rendición ante el rival, un reconocimiento implícito de que los "malos" son los madridistas y que son ellos quienes deben rectificar para que los barcelonistas sigan ganando tranquilamente todo lo que quieran sin que nadie les atosigue. El fin de semana discutía en un grupo de Facebook con amigos madridistas sobre este tema y hay gente que cree que todo es una conspiración entre Barça, Federación y prensa para desprestigiar al Real Madrid. Dicen que el año pasado todo comenzó con la campaña contra Arbeloa para que dejara de ir a la selección, y que ahora continúa con una campaña contra Casillas para que Valdés sea el portero titular de la selección. Yo no lo veo así, no creo en la conspiración judeo-masónica porque sería imposible. No pueden estar de acuerdo los panfletos barcelonistas Sport y El Mundo Deportivo, As y Marca que no se llevan precisamente bien, RFEF y F. C. Barcelona para cargarse a Casillas y poner a Valdés en la selección. ¿Qué ganarían algunos con ello?

Lo que yo creo a este respecto es que, en efecto, los jugadores del Barça han cogido el mando de la selección, y Casillas, un capitán bastante blando, se ha rendido a las "exigencias" de sus compañeros culés. El gran deseo de Iker era ser capitán de la selección española y cuando Luis Aragonés defenestró a Raúl, no salió ni una sola palabra de cariño hacia él de la boca de Iker. Pasó igual cuando heredó la capitanía del Real Madrid. Su gran ilusión estaba cumplida, ser capitán del Madrid y de España... Pero le falta personalidad fuera del campo para dominar la situación, y en la selección mandan Xavi y Puyol. Casillas sí ha hablado con los capitanes del Barça, ¿para arreglar qué? No hay nada que arreglar cuando lo que tienes que hacer es defender al club que te paga y muy bien. No hay nada que arreglar cuando a lo mejor Marcelo estaba alterado desde el principio del partido porque un orangután le tiró un plátano desde la grada del Camp Nou. No hay nada que arreglar cuando durante noventa minutos del partido tus "amigos", Iker, fingen, se tiran y provocan, y después hacen declaraciones poniendo a parir a tus compañeros. No hay nada que arreglar cuando un jugador rival hace gestos a tu banquillo provocando y burlándose. Lo que hay que hacer, querido Iker, y te lo digo con cariño porque eres el portero del Real Madrid, porque llevas esa camiseta desde que eras un crío y no dudo de que quieras a estos colores, lo que hay que hacer es hablar ante la prensa y contar las verdades, decirle al mundo, o a quien lo quiera escuchar, cómo los jugadores del Barça no solo os humillan dentro del campo sino también fuera. Lo que hay que hacer es ejercer de capitán del Madrid y de la selección y poner firmes a estos fingidores, actores de teatro y poco deportivos rivales que tenéis, para que no vuelvan a sacar los pies del tiesto. Y si el ambiente en la selección se enrarece, pues ¡a tomar viento! La selección no os da de comer, y lo único que conseguiréis algún día es una lesión grave que os impida jugar con el equipo que os paga una millonada. ¡Vale ya de templar gaitas y tragar con lo que quieran esos niñatos de la ciudad condal que se están haciendo con el control de todo sin que nadie en el Madrid saque las garras! Porque está claro que don Vicente del Bosque no hará nada por que los culés tomen el control y arrinconen a los madridistas en la selección, ni ha mandado, ni manda, ni mandará sobre el grupo.
No creo en ninguna conspiración, pero sí creo en un movimiento desde el barcelonismo para "tomar" el poder en la selección, y lo van consiguiendo a base de ganar títulos y dar imagen de buenos chicos mientras reprochan en declaraciones públicas lo "malísimos" que son los jugadores del Madrid. Además, esto sirve para crear tendencias en cuanto a aficiones rivales, que finalmente se vuelven más contrarias al Madrid que al Barça. La campaña está ahí, y está en la mano de los jugadores del Real Madrid, y sobre todo de su capitán, el cambiar esta tendencia...