La realidad virtual ha encontrado en la telefonía móvil a un gran aliado para desarrollarse, abaratar costes y abrirse hueco en el mercado. Las grandes compañías tecnológicas están apostando muy fuerte por ella y el Mobile World Congress de Barcelona se ha convertido en el escaparate de los últimos dispositivos y avances en este campo.
Que la realidad virtual iba a ser uno de los grandes temas del MWC 2016 ya quedó claro un día antes de su inauguración, cuando la todopoderosa Samsung le otorgó el protagonismo durante la presentación del Galaxy S7. Las gafas Gear VR, desarrolladas por la empresa coreana, se emplearon para mostrar el nuevo teléfono inteligente a miles de periodistas de todo el mundo congregados en Barcelona. Luego, junto al S7, también presentó la cámara Gear 360, destinada a producir contenidos de realidad virtual.
Por si el mensaje no había quedado claro, Mark Zuckenberg (dueño de Oculus) participó en el mismo acto para alabar las virtudes de la realidad virtual. "Va a ser la plataforma más social, tiene el potencial de cambiar nuestras vidas. Será el próximo gran contenido", dijo. En Facebook, según su fundador, un millón de personas ve vídeos de 360 grados cada día. Ya se han subido 20.000 y esta cifra sigue aumentando sin parar.
Pero los fabricantes ya han asumido que la realidad virtual no solo es cuestión de consumir contenidos masivamente sino también de producirlos, y por ello tanto Samsung como LG han abierto fuego -junto con Sony- desarrollando cámaras para grabar en 360 grados. Si en el caso de Samsung su modelo se llama Gear 360, en el de su competidora toma el nombre de LG Cam 360. El concepto es el mismo: dos sensores de 180 grados para poder abarcar los 360 grados necesarios y lograr el efecto completamente envolvente de la realidad virtual.
"Pensamos que cada vez más hay un público que consume 360. Además, lo que hasta ahora era más complicado se ha hecho posible, como sincronizar cámaras 360. Lo hemos logrado mediante una app, conectando el móvil a la cámara vía bluetooth o wifi", comenta Araceli de la Fuente, directora de Marketing de Telefonía de LG España. "Esta cámara 360 no solo está concebida para tener un uso social", explica, "sino que abre un horizonte muy amplio en el campo profesional, como por ejemplo las inmobiliarias, ya que podrán grabar el interior de las casas para mostrarlo en internet".
Cascos de realidad virtual
Más allá del teléfono móvil, las grandes apuestas en realidad virtual tienen nombres como Sony Playstation VR, Oculus Rift o HTC Vive. Se trata de los cascos VR, y no están concebidos para depender de la pantalla y el procesador del teléfono móvil, sino que tienen pantalla propia y están asociados a un ordenador (o a una consola en el caso de Sony), de mucha mayor potencia y fluidez. La experiencia mejora notablemente, pero el precio también se incrementa en igual proporción.
La compañía taiwanesa HTC ha presentado en el MWC su casco Vive, desarrollado junto con Valve, que se podrá reservar a partir del 29 de febrero y que costará la friolera de 799 dólares (en España, cuando se le sumen los impuestos, seguramente supere con creces los 800 euros). Se trata de un dispositivo muy caro, sin duda, pero la experiencia inmersiva que ofrece es impresionante.
"No solo te pones el casco y miras alrededor, sino que además caminas libremente por una sala virtual de hasta 5x5 metros, y puedes interactuar con cualquier objeto que te encuentras alrededor", describe Antonio Muñoz, que trabaja en el área de desarrollo de negocio de Realidad Virtual de HTC.
Lo que queríamos era que las expectativas que se tienen con la realidad virtual se cumplieran, y para eso necesitábamos la capacidad de procesamiento que solo puede ofrecer un ordenador, algo que ningún teléfono puede ofrecer a día de hoy", opina Muñoz. "Solo así se puede proporcionar una gran calidad de gráficos, de resolución, de evitar el retraso... que es imposible de ver en otro tipo de tecnología, por eso hemos apostado por el PC".
La realidad virtual puede cambiar el futuro de la computación, la manera en la que nos relacionamos con las máquinas y con nosotros mismos. Las grandes compañías tecnológicas han iniciado el camino de su producción masiva, lo que seguramente provoque que los precios caigan y las opciones se multipliquen. Si Mark Zuckenberg está en lo cierto, será el próximo gran contenido que cambiará nuestras vidas.