Realidades, Fantasías Y Algunas Mentiras: Microcuentos

Publicado el 08 diciembre 2018 por Carlosgu82

Y LLEGARON DEL NORTE

Desde la proa de su dragón marino,‭ ‬Sveinn barba de Orca,‭ ‬alentaba a sus hombres a la batalla.‭ ‬La armada de los guerreros del norte contaba con veinte feroces dragones y diez rápidas serpientes,‭ ‬sumando en total unos doscientos soldados.‭ ‬Estos gigantes de ojos‭ ‬claros estaban ansiosos por demostrar a su líder su valía en combate,‭ ‬y de paso,‭ ‬saquear el máximo de riquezas para llevar a sus familias.‭ ‬Pero primero,‭ ‬deberían derrotar al disciplinado y valeroso ejército del rey Dummac O”flaherty,‭ ‬señor de Inishbofin y de las islas al norte de las tierras de Galway.

ALLÍ ESTÁ LA LIBERTAD

Estaba aterrado. Un temible ejército se presentaba delante de mí, con sus poderosos estandartes, lanzando graves improperios e inhumanos alaridos que herían el espeso aire que inundaba el campo de batalla. El miedo que me presionaba el pecho era tan afilado como sus mortales dardos. Las piernas, comenzaban a pesarme, como si la carne se convirtiese en frio mármol. El sudor, me cegaba la vista. El corazón, me latía tan fuerte como los tambores de guerra. Noté una mano en mi hombro derecho, apretándome con ruda suavidad. Al girarme, vi al comandante Vitelio.

– ¿Ves todos esos hombres que pretenden detenernos?-dijo señalando al enemigo con su espada mientras esbozaba una desconcertante sonrisa que le iluminaba los ojos.

– Los veo, mi comandante.

– Pues allí, detrás de sus tiránicos estandartes se encuentra nuestra libertad. Lucha con valor y no dejes que el miedo te domine; pues hoy, la victoria o la muerte habrá de juzgarnos como hombres libres.

EL TESORO DE LA TORTUGA

Nada parecía querer despertar esa mañana, nada, a excepción de esa espesa e inusual niebla que se había formado a unos pocos cientos de metros en dirección nordeste. La espesura se iría difuminando con las primeras luces del día, dejando al descubierto la inmensa silueta que dibujaba una exuberante y verde isla. El Tritón había llegado a su destino: La isla Tortuga. Su capitán, el aventurero Robert Alcott, junto a su fiel tripulación, se disponía a encontrar el enorme tesoro pirata que durante más de quinientos años había permanecido escondido, y que ni españoles, franceses o ingleses habían conseguido encontrar durante todo este tiempo. Durante el convulso siglo XX, el mundo entero permaneció sumergido en dos guerras mundiales y un sinfín de conflictos posteriores que borrarían toda pista del legendario tesoro, perviviendo en esencia tan solo en algunas historias que darían pie a escritores para escribir sus novelas de aventuras.
Pero todo esto cambió el día en que Robert Alcott encontró en el desván de casa de sus padres un viejo mapa y un bloc de notas con dibujos, coordenadas y anotaciones sobre la isla que su padre le había descrito cientos de veces en las historias que durante su niñez le contaba cada noche antes de irse a la cama. Robert, había heredado una gran fortuna al morir sus padres, una gran fortuna que ni tan siquiera él sabía que existía. Quizá, las historias que le contaban sobre esa isla no eran solo un cuento, y ese mapa junto al bloc de notas escondían algo más que la imaginación de su padre. Robert Alcott decidió poner a prueba sus sospechas y descubrir con sus propios ojos el lugar al que tanta veces había viajado en sueños cuando era un niño.

HISTORIA DE TODAS LAS GUERRAS

Y como siempre, el pobre muere por defender unas ideas que cree justas, mientras el rico, en la comodidad de su refugio, engorda enviando “cerdos” al matadero.

UN PRECIO PARA TODO

A día de hoy, apreciamos más un simple papel valor que la vida de nuestros hermanos y hermanas, destruidas por las guerras y las miserias que inundan el mundo. Guerras y carestías provocadas por los intereses de unas élites burguesas que se disfrazan con el absurdo patriotismo del capitalismo.

EL MURO INVISIBLE

Enorme era el muro que se le enfrentaba; era tan alto que llegaba a rasgar el cielo. “¡No desfallezcas! Has llegado hasta aquí y has de superar esta gran muralla llamada miedo”, pensó. El hombre observaba. La respiración se acelera, los músculos se tensan, el corazón resuena con fuerza. Es hora de partir. Recuerda siempre quien te enseñó a caminar.

LA PROMESA

Uno tras otro los disparos hacían blanco. El hombre, cadáver desde el primer tiro, continuaba recibiendo su dosis de plomo. Así doce veces, hasta vaciar el cargador y dejar el arma humeante. El verdugo había cumplido su promesa: acabar con la vida del asesino de su perro.

EL POETA DE LA SIBILA

Hace mucho, mucho tiempo atrás, en un lugar olvidado por la historia, vivía un distinguido poeta que soñaba con una sibilina mujer. Solitario y afligido, escribía bellos versos con la esperanza de que algún día, esa mujer de nombre desconocido pudiera leerlos.

EL ASESINO DEL REY DE COPAS

Hacía frio, y los relojes marcaban más de media noche, aunque eso no impedía a decenas de personas amontonarse en aquel lugar. La policía, había montado un cordón de seguridad en la zona, apartando a los curiosos sin demasiado éxito. Pese a ser un martes cualquiera de febrero, la Avenida Santa Catalina, famosa por sus bares y restaurantes, estaba bastante concurrida.
El suceso, se había producido delante del Cometa Irlandés, una cervecería conocida por ofrecer música en directo todos los días de 21:00h a 23:00h. El local se veía cerrado, pero a escasos metros de su gran letrero verde, y a pesar de los esfuerzos de la policía por tapar la escena, una gran mancha de sangre se distinguía claramente en la acera. A pocos centímetros, el cuerpo de un varón era cubierto con una sábana, a salvo de las miradas indiscretas y los dispositivos móviles. Los servicios médicos acababan de confirmar su muerte. Algunos medios de comunicación, tanto locales como estatales, habían llegado al lugar de los hechos. En pocas horas, y tras indagar un poco en lo sucedido, se confirmaría la muerte de John Derrick. Alguien le había asaltado por la espalda, clavándole un objeto afilado varias veces, hasta acabar con su vida. Por el momento, no podía conocerse más, ya que el caso, estaba siendo investigado bajo secreto por todo el departamento de policía de la ciudad. A pesar del enorme secretismo del caso, los noticiarios matinales abrirían todos con la misma noticia:

« John Derrick, más conocido como el Rey de copas de Santa Catalina, ha sido asesinado esta madrugada. Su cadáver, ha sido encontrado delante del Cometa Irlandés, local que regentaba desde hacía más de doce años. La policía sigue recopilando pistas a la espera de dar con el asesino. Seguiremos informando

HASTA MAÑANA POR LA NOCHE

Óscar despertó en mitad de la noche. Sudaba. Buscó con su mano al otro lado de la cama, pero allí no había nadie. Todo había sido un sueño. El hombre suspiró, dio media vuelta y cerró de nuevo los ojos. Allí estaba ella, otra vez. Se abrazaron, se miraron a los ojos profundamente y continuaron amándose toda la noche. Luego, al amanecer, se despidieron con la promesa de volverse a encontrar la siguiente noche.