La Sociedad Británica de Fertilidad advierte a la población femenina del Reino Unido que el reloj biológico se acelera con la edad, explica que muchas mujeres no son conscientes de este problema y cuando deciden concebir un bebé a una edad tardía se encuentran con varios problemas, infertilidad, abortos espontáneos, mayor riesgo de que el futuro bebé pueda sufrir enfermedades o malformaciones genéticas, etc. Por estas razones, considera que es necesario ofrecer la posibilidad de realizar pruebas de fertilidad a todas las mujeres de 25 años de edad, con ello se lograrían incrementar las posibilidades de que sean madres y alejar muchos riesgos asociados a la maternidad tardía.
Realizar periódicamente controles sobre el estado de la fertilidad sería un modo de poder realizar un seguimiento del reloj biológico y dar la voz de alarma cuando la fertilidad entrase en una fase de degradación. Los expertos consideran que esta es una buena opción para aquellas mujeres que posponen concebir un bebé por motivos profesionales, creyendo que pueden gestionar todos los aspectos de su vida, incluso su capacidad de concepción. Según algunos expertos, cada semana se reciben visitas de parejas mayores de 30 años a las clínicas de fertilidad que tienen serios problemas para poder concebir un bebé, algo que no habría ocurrido si no hubieran retrasado la concepción.
Ya no es sólo retrasar el hecho de tener un bebé, también intervienen otros factores en la aceleración del reloj biológico y la consiguiente degradación de la fertilidad, disfrutar de una dieta poco saludable, fumar, realizar poco ejercicio, etc. Los expertos quieren que las mujeres entiendan que no tienen ni el control de poder decidir cuándo quieren estar embarazadas a partir de determinadas edades, lo ideal sería formar una familia antes de cumplir los 30 años para evitar muchos quebraderos de cabeza.
Realizar un seguimiento del estado de la fertilidad es un modo de mejorar la probabilidad de concebir un bebé, la prueba es sencilla y con ella se logra detectar posibles alteraciones de las células y la identificación específica de determinadas disfunciones o enfermedades. Se considera que es importante que se lleven a cabo campañas de concienciación para que las mujeres lleven una vida saludable y además preparen su cuerpo para cuando quieran concebir un bebé, evitar o limitar el alcohol, dejar de fumar, seguir una dieta saludable, aportar al organismo aquellos elementos que son importantes para la formación del bebé, como por ejemplo el ácido fólico, etc.
En el caso de las mujeres consideradas de alto riesgo, sería interesante realizar un seguimiento de forma más regular, realizar mediciones sobre el número de óvulos que producen, los niveles hormonales y otras cuestiones relacionadas con la fertilidad y la posibilidad de concepción. Quizá este seguimiento pueda parecer una exageración, pero dado el gran número de mujeres que están retrasando la maternidad, es la mejor opción para poder concebir un bebé. Según las estadísticas, actualmente la mitad de los niños nacidos en el Reino Unido son de madres que tienen como mínimo 30 años de edad, además durante los últimos 20 años, se ha triplicado el número de mujeres que han tenido un bebé a partir de los 40 años.
Según leemos aquí, las técnicas de fertilidad como la fecundación in vitro no se deben ver como una garantía de éxito para la concepción de un bebé, no es una póliza de seguro que permita a una mujer ser madre, los expertos apuntan que incluso en las mejores clínicas de fertilidad la tasa de éxito ronda sólo el 50%. Si se controla la fertilidad periódicamente, se puede reaccionar a tiempo y plantearse concebir un bebé antes de que el problema se agrave, con ello la probabilidad de éxito será significativamente mayor. Es un consejo interesante, pero como explican muchos especialistas, lo mejor es plantearse formar una familia cuando se tienen menos de 30 años, consejo que dan muchos profesionales de todo el mundo.
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Realizar pruebas de fertilidad a todas las mujeres de 25 años de edad