Cecchetti : “Nuestro trabajo y el recuerdo de Meroni no sólo valen para los aficionados del Torino, por lo que ha representado en el futbol y en la sociedad italiana de los años 60: un rebelde, pero positivo. Y en el comic hay una particularidad, las primeras páginas coinciden con su último partido con el Torino antes de morir, luego se va hacia atrás en el tiempo y en la última página encontramos a Gigi de pequeño. No queríamos, no podíamos pensar en una historia sobre él que concluyese de forma trágica”. Marco Peroni: “Gigi Meroni no se parece a nadie del futbol actual. Para él lo primero era hacerlo bonito, luego venía lo útil. Ahora es imposible, el futbol es cada vez menos un juego”. Cecchetti y Peroni son aficionados del Toro. “Qué puedo decir, el corazón granate sigue latiendo... Me obstino en ir a la grada, pero ahora me parece una especie de ensañamiento terapéutico”.
He descubierto la figura del futbolista Gigi Meroni por esta obra que estoy leyendo, mezcla de poesía, comic y adaptación teatral que me ha regalado una amiga siciliana. Meroni era un George Best a la italiana, pero sin el alcohol y el desparrame. Cuando terminaba el entrenamiento, prefería volver a su buhardilla bohemia en el centro de Torino a pintar cuadros o diseñar su propia ropa.
Luigi Meroni murió a los 24 años, un domingo por la tarde en 1967, intentando cruzar la calle Corso Re Umberto de Torino junto a un compañero de equipo después de un partido contra la Sampdoria.