Estamos en un país democrático, en el que las leyes se aprueban por mayoría en el Parlamento que hemos elegido entre todos los españoles, un país en el que todos estamos sometidos al imperio de la ley. Todos menos los señores del PP, que recurren ante el Tribunal Constitucional lo que no consiguieron "tumbar" en las Cortes Generales: el Estatut, el matrimonio homosexual, la ley de Presupuestos Generales del Estado, la nueva ley del aborto... Y bajo el argumento del recurso, se rebelan contra las leyes y la aplicación de las mismas. Eso sí: Rajoy promete "sentido de Estado", mientras su partido practica la rebelión contra el Estado democrático y de Derecho.