Esta entrada se la dedico a unos buenos amigos, Juan y Miriam. En pleno verano Juan ha recogido un montón de rebozuelos, y es que a más de mil metros de altitud, el monte nos sigue obsequiando todo tipo de manjares. Nosotros que no habíamos comido nunca rebozuelos, nos dio unos pocos este fin de semana para que los probásemos y la verdad es que nos han encantado. Simplemente con cebolla y ajo una delicia. Gracias Juan!
INGREDIENTES
-un buen puñado de rebozuelos
-media cebolleta fresca
-dos dientes de ajo
-perejil picado
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Lo primero enseñaros los rebozuelos, estos son.
Yo las lavo un poco bajo un hilo de agua para eliminar la tierra que puedan traer. Los expertos siempre dicen que no se deben de lavar las setas pero a mi me da más confianza de que así no quedará ni rastro de tierra. Quitamos el extremo inferior del tallo sucio y duro para tirar. El tallo lo cortamos en rodajitas hasta llegar al sombrero y el sombrero lo dejamos entero. En una sartén mediana ponemos un chorrito de aceite pero no mucho, como cuatro cucharadas soperas. Cuando esté caliente ponemos la cebolla picada bien fina sobre la tabla de madera.Movemos bien y bajamos un poco el fuego para que no se tueste. Cuando empiece a estar transparente ponemos los ajos también bien picaditos sobre la tabla de madera. Movemos bien y ahora ponemos las setas manteniendo el fuego a fuego medio.
Empezarán a soltar agua, lo dejamos moviendo de vez en cuando unos cinco minutos. Añadimos sal y perejil picado y pasado este tiempo subimos el fuego para que se evapore el agua y se unan los sabores. Servimos bien caliente.