Receta: Bombones “Raffaello” de chocolate blanco y coco

Por Evamuerdelamanzana

Decir que estas últimas semanas han sido intensas es quedarse más corto que las mangas de un chaleco. Y aunque parezca un milagro, sigo aquí. Navidad. Mudanza. Accidente de coche. ¿Podemos cerrar la lista y disfrutar ya de una vida tranquila?
¿Has tenido alguna vez un accidente de tráfico? Hace dos semanas estábamos volviendo del mercado mensual de la Casa de Campo cuando, en medio de una tromba de agua, nuestro coche perdió el control. No os voy a contar los detalles de lo sucedido, solamente que fueron los segundos más largos de mi vida y que nunca antes había pasado tanto miedo. Quizás el miedo no fuera por mí, sino por mis seres queridos, por la incertidumbre en los minutos, horas y días posteriores.
Posiblemente sólo hayas pasado por aquí para leer mi receta de bombones de chocolate blanco y coco, versión sin gluten/lácteos/azúcar refinado y demás guarrerías de los conocidos “Raffaello” de Ferrero Rocher que tanto me pirraban hace unos años. Si es así, no podré evitar que te desplaces a la parte inferior de esta entrada para verla. Pero me gustaría pedirte que luego vuelvas aquí para leer unas breves reflexiones que he hecho en estos días.

1. Vive el Ahora

Todos lo hemos hecho y seguro que lo seguimos haciendo: preocuparnos de lo que ocurrirá en el futuro o arrepentirnos de lo que ha ocurrido en el pasado. Menudo viaje en el tiempo, ¿verdad? Y no estamos hablando de TorchwoodQuantum Leap o Looper, sino de nuestras vidas en el día a día. Y lo cierto es que no nos hace ningún bien.

La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy.”  Corrie ten Boom

Si hay algún tipo de lección tras lo sucedido, es la de aprender a practicar la conciencia plena, ser agradecidos e intentar vivir totalmente en el ahora. Eso significa trabajar cuando estoy trabajando, estar al 100% con mis seres queridos cuando estoy con ellos, y no pensar en todo lo que me queda por hacer y los emails que tengo que contestar. Debemos aprender a aprovechar y agradecer el tiempo que tenemos con ellos, ya que es algo realmente valioso.

2. Practica la Gratitud

Cuando la vida se vuelve frenética, es muy fácil olvidarse de ser agradecido. A mí me ha pasado. En las últimas semanas, o incluso meses, me he visto tan envuelta en ciertas situaciones física y emocionalmente agotadoras, inmersa en mis propios problemas, que había olvidado ser agradecida. Hoy he sido realmente consciente de la importancia de comenzar cada nuevo día dando las gracias por estar aquí, por poder amar y conectar con las personas más importantes para mí, y por poder aportar algo en este mundo.

“Reconocer lo bueno que hay en tu vida es la base de toda abundancia.” ~ Eckhart Tolle

Agradecer a todos y cada uno de vosotros por leer mi blog, por enviarme emails,  por apoyar mi tienda, por el interés que mostráis en el trabajo que hago día a día.
Agradecer todas las cosas  pequeñas e insignificantes que ocurren durante el día. Poder dar un paseo al atardecer con mi marido, compartir recetas con mi madre, disfrutar de la belleza de una puesta de sol.

3. Di “Te Quiero”

Son tan sólo 2 palabritas, pero a menudo no nos acordamos de reducir la marcha de nuestras vidas y pronunciar estas palabras, dando por sentado que aquellas personas ya deberían de saberlo.
Es importante decirles a las personas que son más importantes para nosotros lo mucho que las queremos y las valoramos. No dejemos un “te quiero” sin pronunciar.

4. Ten un propósito cada día

No es lo mismo preguntarse cuál va a ser nuestro propósito en el día de hoy, que cuál va a ser nuestro logro.
Me he dado cuenta de que es positivo pararse y hacerse las siguientes preguntas aparentemente sencillas:
¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué me lo está impidiendo? ¿Cuál es mi propósito?

¿Y cuál es tu propósito? Si hoy fuese el último día de tu vida, ¿estarías feliz con la forma en la que la has pasado?

4.8 from 4 reviews Receta: Bombones “Raffaello” de chocolate blanco y coco   Print Tiempo de Preparación 20 mins Tiempo de Cocción 5 mins Tiempo Total 25 mins   Ingredientes
  • 120 ml de leche de coco
  • 140 gramos de manteca de cacao, cortada en trozos pequeños
  • 3 cucharaditas de azúcar de coco (o al gusto)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla, o
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 cucharadita de miel cruda
  • 100 gramos de coco rallado + extra para rebozar
  • Un puñado de almendras (o avellanas, pistachos…)
Instrucciones
  1. Pon a calentar la leche de coco en una cazuela hasta llevarla a ebullición y mantenla así durante 3-4 minutos.
  2. Aparta la cazuela del fuego y agrega la manteca de cacao, el azúcar de coco y el extracto de vainilla (o el interior de la vaina de vainilla). Remueve bien hasta que se haya fundido la manteca y se haya incorporado el azúcar.
  3. Retira la mezcla a un bol y deja que solidifique a temperatura ambiente (no la refrigeres).
  4. Cuando ya esté firme, pon el bol al baño maría hasta que se haya calentado ligeramente. Bate la mezcla hasta que se vuelva homogénea y cremosa. Añade la miel cruda y el coco rallado y mezcla bien. La consistencia debería de ser la de un glaseado o cobertura untable y, si lo deseas, puedes usarlo de esta manera.
  5. Para hacer bombones, deja que se vuelva a solidificar, bien a temperatura ambiente o en el frigorífico durante unos 30 minutos.
  6. Una vez solidificada, coge porciones de la mezcla para formar bolas con las manos. Introduce una almendra (o avellana, pistacho, etc.) en el centro de cada bombón y termina rebozando en más coco rallado o bañándolos en chocolate blanco (receta próximamente).
  7. Si durante este proceso ves que se te derriten las bolas al formarlas, mete el bol en la nevera durante unos minutos y lávate las manos con agua fría.
3.2.2124