Nunca imaginé que algo tan sencillo resultara tan polivalente. Decidí preparar este encurtido tras ver en varios vídeos cómo se lo añadían a un taco mexicano, y pensé que también serviría como acompañamiento de otras comidas.
Una preparación sencilla y además rápida. Sencilla porque los ingredientes son comunes y es fácil que lo tengamos todo sin tener que salir a comprar, y rápido porque ademas de hacerse en un abrir y cerrar de ojos, solo tiene que reposar entre 1 y 2 días y estará listo.
Además, está cebolla encurtida permite bastantes variaciones, ya que, por un lado, puedes modificar los ingredientes líquidos hasta encontrar la combinación que más te guste, y respecto al picante, puedes usar chile habanero, jalapeños o simplemente no ponerle ningún tipo de picante.
Una vez lo hayas preparado y haya reposado durante mínimo 1 día, podrás usarlo tanto en tacos como aderezo de otras comidas, como por ejemplo, de unas lentejas, a las que en muchos sitios suele ponérsele algo ácido, como el vinagre. También le van de lujo a un perrito caliente o sobre un filete de ternera, cerdo o pollo.
Vamos a necesitar lo siguiente.
Ingredientes:
- 2 Cebollas moradas pequeñas
- Zumo de 2 limones
- Zumo de 1 naranja
- Vinagre blanco
- Opcional: 1 habanero o 2 jalapeños
- Sal
- Orégano
- Laurel
Esta cantidad cabe perfectamente en un tarro de cristal donde suelen venir los garbanzos, el formato grande (400 gr.escurridos), no el pequeño.
Lo primero que haremos será cortar la cebolla en juliana, y la colocaremos en un bol donde la cubriremos con agua hirviendo, dejándola blanquear durante un par de minutos.
Pasado este tiempo, las escurrimos y las pasamos bajo agua del grifo para enfriarlas. Dejamos escurrir de nuevo un momento.
Mientras tanto, si hemos decidido añadir chile picante, troceamos el habanero en trozos pequeños o un par de jalapeños de igual forma. Podemos restarle potencia desechando las semillas.
Exprimimos un par de limones y una naranja y reservamos.
En el tarro de cristal, con la ayuda de unas pinzas, vamos colocando cebolla hasta llegar a la mitad más o menos. Encima ponemos un poco de sal, un poco de orégano, la mitad del chile que hayamos elegido (en caso de haberlo decidido ponerlo) y una hoja de laurel, y seguimos añadiendo cebolla hasta llegar a la parte superior del tarro. Volvemos a poner sal, orégano, el resto del chile y otra hoja de laurel.
Ahora vertemos por encima el zumo de limón, el de naranja y lo que falte hasta cubrir la cebolla, con vinagre blanco.
A la izquierda, cebolla sin chile, y a la derecha, con jalapeños.
Las cantidades de cada uno de los líquidos las puedes modificar, e incluso quitar alguno, solo es cuestión de experimentar.
Cerramos el tarro, le damos un par de vueltas para que se mezcle todo bien, y lo metemos al frigo durante mínimo 1 día, si son 2, mejor.
Pasado este tiempo veremos cómo la cebolla ha cambiado su color por un rosa intenso, y podremos emplearla como más nos guste.
Si os gustan los encurtidos, este seguro que os encantará.