Receta de falafel. Otra forma de comer garbanzos.

Publicado el 18 febrero 2015 por Lorenateconmiel

Ahora que por fin he optado por una dieta vegetariana (ovo-láctea), que era algo que llevaba años rondándome por la cabeza, hay alimentos que no pueden faltar en mi dieta, como las legumbres. Aunque de todo esto hablaré más adelante, hoy quiero compartir con vosotr@s una receta de falafel, y aprovecho para repasar algunas de las propiedades principales del garbanzo, ingrediente principal de esta receta y una de las legumbres más populares de nuestra cocina.

Receta de falafel

Gracias a que hoy tenemos acceso a múltiples culturas, han llegado a nosotros recetas como la del falafel, típica de Oriente Medio, India y Pakistán. Muy buena opción a los clásicos pucheros o cocidos, que es donde se solían aquí consumir los garbanzos. A mí los cocidos me encantan, pero en verano cuesta más consumirlos con el calor, y también es bueno añadir variedad a la hora de tomar alimentos beneficiosos para no cansarnos de ellos. La receta de falafel tiene diferentes versiones, de habas, habas y garbanzos o sólo garbanzos. Esta última es la que yo hago y la más popular.
¿Y porqué son beneficiosos los garbanzos? Pues vamos a ello.
Como os he comentado antes, las legumbres en general son fuente de proteínas. En el caso del garbanzo, no es el que mayor cantidad tiene en comparación con otras legumbres, pero combinados con cereales proporcionan todos los aminoacidos esenciales.
Donde si destaca especialmente es en el contenido de ácido fólico (también llamado vitamina B9), recomendado durante el embarazo para evitar malformaciones en el feto, así como para el cuidado del corazón y las arterias.
Los garbanzos también son ricos en lecitina (un tipo de grasa) y en ácidos grasos esenciales como el Omega 6, por lo que ayudan al control del colesterol y los triglicéridos.
Se puede concluir que son un alimento saludable para nuestro corazón, por todo lo anterior y por ser una fibra soluble, que previene el estreñimiento y controla el colesterol.
Hay que apuntar que tiene más de un 60% de contenido en hidratos de carbono, por lo que habrá que tenerlo en cuenta en el caso de estar realizando una dieta de adelgazamiento, pero como punto a favor, son hidratos de absorción lenta, por lo que su consumo evita la sensación de hambre entre comidas y mantiene los niveles de glucosa estable.
Y para terminar con este repaso, una ventaja con respecto a otras legumbres, y es que son de fácil digestión, por lo que producen menos gases que otras.
Y yo creo que ya vamos a pasar directamente a la receta de falafel, que ya os digo que es súper fácil, y permite hacer en cantidad, para varias veces. Además es una receta vegana, y que si no se le añade el pan rallado (cosa que yo no hago prácticamente nunca) también está libre de gluten.

INGREDIENTES

  • 250 gramos (en seco) de garbanzos
  • media cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 taza de perejil fresco
  • 1/2 taza de cilantro fresco
  • 1 cucharadita de comino molido
  • sal y pimienta
  • 1 cucharadita de bicarbonato o levadura en polvo
  • pan rallado (opcional)

Receta de falafel

PREPARACIÓN

Antes de nada tenemos que haber puesto los garbanzos en remojo el día anterior. Estos garbanzos los enjuagamos y los trituramos (sin cocer, directamente) junto con la cebolla, los dientes de ajo, el perejil y el cilantro. Dependiendo de la textura que va cogiendo, en ocasiones hay que añadirle un poco de agua para conseguir una pasta y que no se quede demasiado seca. Medio vaso aproximadamente. Cuando ya tenemos la mezcla, le añadimos el resto de los ingredientes; sal, pimienta, comino molido y bicarbonato. Removemos para mezclar bien y dejamos reposar la masa unos 30 minutos.
Calentamos en una sartén aceite de oliva en cantidad suficiente para freír. Hacemos bolitas con la masa del falafel del tamaño de una pelota de pin-pon, más o menos, y las chafamos un poquito. Las freímos durante un par de minutos, más o menos, por ambos lados, hasta que estén dorados. Y ya están listos para servir.
En el caso de que la masa no esté muy consistente y cueste hacer las bolitas, se le puede añadir el pan rallado a la mezcla según necesidad. Yo personalmente no lo hago casi nunca, aunque me queden un poco deformes, salen igual de buenas. Y bueno, a mí me pareció muy raro que los garbanzos se utilizaran en remojo, sin cocer, y si que están un poco duros, yo los pico con la batidora porque no tengo picadora, pero os prometo que así salen buenísimos. Estuve investigando y es la manera de hacerlos. Lo próximo que quiero probar es a hacerlos en el horno, para una versión más ligera.

Receta de falafel

Se toman en caliente, y se pueden servir acompañados de arroz, o en pan de pita, en tortillas (tipo kebab)…está especialmente bueno acompañado de salsa de yogur.

Como ya sabéis yo no soy cocinera, soy “comedora” y por eso cocino, y por eso hago muchas cosas a ojo y un poco por intuición, así que espero que esta receta de falafel se entienda correctamente, que la pongáis en práctica y os salga deliciosa! ya me contaréis.

Busqué varias recetas para buscar puntos en común, pero si además queréis saber más recetas árabes os paso el enlace de una de las páginas donde consulté la receta.

http://recetasarabes.com/receta/falafel-receta-autentica-original/

P.D: si,  ya, mi asignatura pendiente sigue siendo mejorar las fotos…va a ser mi nuevo objetivo