En un bol, mezclá 150 gramos de manteca derretida con 1 huevo y 1 yema. Batí con batidor de alambre para integrar y añadí 1 vaso (220 cc.) de sidra.
En un bol aparte, mezclá 375 gramos de harina leudante, tamizada con una pizca de sal, y 150 gramos de azúcar. Incorporá muy bien los ingredientes y reservá.
Agregá a la crema obtenida de la mezcla del huevo, la yema y la sidra la ralladura de 1 limón.
Ahora, añadí los ingredientes secos en tandas y mezclá muy bien con cuchara de madera hasta obtener una masa espesa que utilizarás como base de los cuadrados.
En una placa o asadera algo profunda y enmantecada, verté la preparación a modo de base, extendiéndola con una espátula para tratar que no quede demasiado alta, ya que en el horno leudará. Reservá.
En bol aparte, prepará un arenado (crumble) con 75 gramos de manteca bien fría, 75 gramos de harina 000 y 100 gramos de azúcar.Utilizá un cornet (espátula de pastelería) para no tocar la mezcla con las manos y transmitirle calor, malogrando el arenado.Incorporá 100 gramos de nueces picadas (en trozos apreciables) y 2 manzanas (pueden ser verdes o rojas), cortadas en cubos pequeños y rociadas con el jugo de 1 limón (para que no se oxiden con facilidad).
Mezclá bien las frutas con el crumble.
Ahora, distribuí la mezcla obtenida a modo de cubierta (lo más pareja posible) sobre la base de masa.
Cociná en horno precalentado a temperatura media (180°C) por unos 20-25 minutos o hasta que la masa se dore.
Una vez fría la preparación, cortá los cuadrados... ¡Y listo! Un dulce muy sabroso y facilísimo de preparar en solo un rato.
Las protagonistas principales de esta receta son, sin dudas, las manzanas y la sidra - bebida típica del momento del brindis junto al champagne y los vinos espumantes - cuyos orígenes se remonta a tiempos inmemoriales. Los griegos la llamaban sikera, los romanos sicera e, incluso, los celtas consumían una bebida muy similar a la sidra...
Con ingredientes fáciles de tener en casa por estos días, podés preparar un dulce de sabor delicado y aspecto muy presentable que permitirá lucirte con una propuesta distinta a las más tradicionales.
Espero que les guste la receta de hoy y que la realicen, así podrán comprobar que verdaderamente es muy fácil y deliciosa. Verán que no tiene desperdicio, siendo del agrado de grandes y chicos por igual. A propósito, la masa no queda borracha, a diferencia de otras recetas; la sidra sólo le aporta más sabor a manzanas.
Gracias por haberme acompañado todos estos días con las recetas típicas (y no tanto, incluso con algunas variantes) de la mesa dulce de Navidad. Espero haberles ayudado en la elección de algunas (por nuevas, tradicionales o simples de preparar) para compartir con amigos, familiares o compañeros y disfrutar de los recuerdos o tradiciones que cada una de ellas guarda con cariño.
¡Hasta la próxima! ¡Felicidades!