Más allá de la similitud de algunas de las preparaciones, es interesante descubrir cómo de la combinación de estas especias, algunos frutos secos (o no) y la miel pueden surgir diferentes propuestas - con matices, perfumes y sabores propios - que producen mayor o menor satisfacción en nuestros paladares (la verdad que en el mío, casi todas se sacan un excelente-aprobado...).
Hoy les acerco una típica receta alemana (también muy difundida en Austria y Suiza, por supuesto) que, con ligeras diferencias, preparan todas las familias en esta época del año.
Se trata de un budín o torta de miel, especiada, que tiene mucho mejor sabor a medida que van pasando los días porque los sabores se van combinando, amalgamando y acentuando.A priori, podríamos decir que se trata de un pan de miel o especias más. Sin embargo, el sabor no es el mismo que el del Pan de especias francés o que la versión inglesa de este típico navideño. Un detalle aquí, un cambio en las proporciones de ingredientes por allí y los resultados son bien diferentes. Por eso, les dejo el listado de ingredientes (corresponde a la versión de mi tía Hilda, que este año está de para bienes porque ya la consulté por unas cuantas de sus recetas que con orgullo y una pizca de recelo - como si oficiara de guardiana de las tradiciones de sus ancestros - ha ido transmitiéndome) para que se animen a preparar este budín de miel alemán en formato individual para regalar a amigos, compañeros de trabajo o estudio, familiares...
Con esta receta participo en El Reto Especial de Navidad de Cocineros del Mundo "Recetas Navideñas"
En un bol, colocá 450 gramos de harina leudante (o común), tamizada con 1 cucharadita de polvo para hornear y una pizca de sal. Luego, incorporá las especias (1 cucharadita de canela en polvo, 1 cucharadita de jengibre en polvo, 1/2 cucharadita de clavo de olor en polvo y 1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada). Mezclá bien los ingredientes secos.
Aparte, en una ollita disponé 80 gramos de manteca cortada en cubos, 250 gramos de miel (si es orgánica, mejor) y 150 gramos de azúcar orgánica (puede ser integral). Llevala a fuego bajo, revolviendo de manera frecuente para que no hierva. Dejala allí hasta que se disuelva el azúcar; luego, apagá el fuego y dejá enfriar.
Entonces, añadí 2 huevos grandes (pastoriles) a la mezcla de miel, manteca y azúcar, revolviendo para incorporarlos por completo.Agregá esta preparación a los ingredientes secos e integrá con cuchara de madera hasta obtener una mezcla lisa y homogénea.
No esperes que quede con la ligereza de una mezcla para bizcochuelo o budín. Por el contrario, se trata de una preparación algo densa.
Verté la mezcla en moldes individuales de budín, cubriendo hasta la mitad de cada uno de ellos. Con el envés de una cuchara de metal humedecida en agua fría, alisá lo mejor que puedas la superficie de cada budín.
Cociná los budines en un horno precalentado a 180° C por unos 35 minutos o hasta que superen la prueba del palillo y muestren una corteza ligeramente dorada.
Una vez fríos, decoralos con glasé sabor naranja (aquí y aquí tenés versiones para prepararlo si no sabés hacerlo; para darle sabor a naranja sólo bastará con añadir una gotas de jugo a la mezcla) y decorá con nueces.
Este postre típico suele prepararse en placas rectangulares para luego cortarlo en cuadraditos o rombos a la hora de servirlo. A mí me gustó la idea de presentarlo en versiones individuales para regalar a nuestros seres queridos.
Por la presencia de la miel y las especias, este budín dura muchos días sin alterarse en lo más mínimo. Por ello, es ideal guardarlo a buen resguardo de golosos y curiosos, en lugar fresco, seco y oscuro para que vaya tomando mejor punto de sabor. Verán que no tiene desperdicio.
Las nueces pueden reemplazarlas por almendras, cerezas o las frutas de su preferencia.
Con una miga esponjosa, pero algo más compacta que otros panes o budines similares y mucho sabor a especias (miel, jengibre, canela...), este budín podrá sumarse a la lista de panes o bizcochuelos que preparamos en la época previa a la Navidad para compartir con amigos, familiares y compañeros mientras esperamos que comiencen los festejos.
¡Excelente fin de semana para ustedes! Nos reencontramos en unos días con más recetas.