Receta de Tarta de zanahorias y coco

Por Madelman

Hace un montón de años, cuando todavía iba al colegio, había una charcutería a la que acompañaba a mi madre alguna vez al salir de las clases. Aparte de jamón y otros embutidos, tenían una Tarta de zanahoria y coco deliciosa, y siempre pedía que me compraran un trozo.

Esa tienda ya está cerrada y, aunque he intentado varias veces reproducir esa tarta, todavía no he conseguido igualarlo. También puede ser que los recuerdos infantiles son mucho mejores de lo que fueron en su momento. Por si acaso, yo seguiré intentándolo. La versión que he probado hoy es de Eva Arguiñano.
Los ingredientes que necesitamos son:

  • 3 zanahorias: que estén firmes y tengan buen color.
  • 75 gramos de azúcar
  • 50 gramos de mantequilla
  • 50 gramos de coco rallado
  • 100 gramos de harina
  • 3 huevos

La receta original lleva media sobre de levadura, pero como el recuerdo que yo tengo es de una tarta bastante compacta, no le he puesto para que no subiera demasiado. Si se la queremos poner, solo hay que añadirla a la masa antes de meterla en el molde.

Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que queden integrados. Preparamos la mantequilla en pomada, cortándola a tacos y pasándola 20 segundos por el microondas para que quede semilíquida. La incorporamos a la masa y seguimos batiendo. Le añadimos también el coco rallado.

Preparamos las zanahorias: las lavamos, las pelamos y las rallamos con un rallador fino. Las incorporamos a la masa y removemos bien. Es mejor no preparar las zanahorias previamente, porque si las dejamos mucho rato ralladas mientras hacemos el resto de la receta se van a oxidar y se pondrán marrones.

Acabamos la masa incorporando la harina tamizada y, si queremos, la levadura. Antes de poner en el molde, untamos este con un poco de mantequilla y espolvoreamos con harina, quitando el exceso con unos golpecitos, para facilitar después el desmoldado.

Metemos en el horno precalentado a 180 grados y lo horneamos durante unos 30 minutos. Antes de sacarla, pinchamos con un palillo largo y comprobamos que salga limpio. Desmoldamos, dejamos enfriar y ya podremos comernos un buen pedazo de la tarta. ¡A disfrutar!