Hace unas semanas estaba en plena dieta de eliminación cuando me entraron unas ganas insoportables de comer algo muy cremoso, lácteo, lleno de queso… Miré los ingredientes que tenía y fue en ese momento cuando la idea de unos Fettuccine Alfredo, sin tener que recurrir a ningún tipo de lácteos, comenzó a tomar forma en mi imaginación.
Supongo que conoces la salsa Alfredo. Se utiliza para aderezar pastas y suele contener mantequilla, importantes cantidades de parmesano y nata. Pues mi versión no tiene nada de eso, pero tampoco tiene nada que envidiarle a la original, ni en textura ni en sabor.
Puedes servirla con cualquier pasta veggie, pero en este caso escogí el apionabo por su delicioso sabor a tierra. Como es una raíz dura, solamente tendrás que tener la precaución de girar la palanca cerca del eje, y no en el extremo, para que no ejerza tanta presión sobre el mecanismo.
- 1 coliflor pequeña, dividida en cogollitos
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 1 diente de ajo, prensado
- 1 chalota pequeña, picada
- 500 ml de caldo de pollo o vegetal
- ½ cucharadita de mostaza de Dijon
- 4-5 cucharadas soperas de levadura nutricional
- El zumo de medio limón
- Sal y pimienta
- 2 apionabos grandes, pelados y espiralizados con la cuchilla gruesa
- 1 puñado de espinacas, cortadas en tiras
- Pon la coliflor en una cazuela con agua y sal, lleva a ebullición, baja el fuego y cuece durante unos 6-7 minutos. Retírala y reserva.
- Calienta una cucharada de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Echa el ajo y cocina durante unos 30 segundos. Añade la chalota y sigue cocinando hasta que esté translúcida.
- Transfiérelo a una batidora potente o procesador de alimentos, junto con la coliflor, el caldo, la mostaza, la levadura nutricional y el zumo de limón. Salpimenta y tritura hasta que la salsa esté homogénea y cremosa. Pruébala y decide si quieres añadir un poco más de levadura nutricional para realzar el sabor a queso.
- Calienta una cazuela grande con una cucharada de aceite de oliva y echa los fettucine de apionabo. Salpiméntalos, remuévelos, tapa la cazuela y cocínalos durante unos 6-7 minutos, moviendo de vez en cuando, hasta que se ablanden un poco pero sigan estando al dente.
- Añade la espinaca y la salsa, mezcla bien y cocina a fuego medio-bajo, unos 5 minutos, para que se caliente.