Receta jabón de romero y sándalo

Por Silvia Peroti @SilvanNature

El jabón de romero posee propiedades antisépticas y astringentes que limpian la piel en profundidad. Estas propiedades son ideales para pieles grasas y con acné pero también cabe destacar sus propiedades antioxidantes que previenen y combaten el envejecimiento de la piel.

Un jabón con una espuma cremosa que limpia suave y profundamente la piel y que se puede utilizar beneficiosamente tanto en el rostro, como en el cuerpo o el cabello en todo tipo de pieles, incluso pieles atópicas, con dermatitis, psoriasis… Ejerce una pequeña acción exfoliante gracias a las hojas secas de romero integradas en el jabón. A más a más, el aceite esencial de sándalo, aporta a este jabón más eficacia gracias a sus propiedades antisépticas, astringentes. tónicas, hidratantes y rejuvenecedoras de la piel.

Ingredientes:

  •  440 gr de aceite de oliva (oleato de romero)
  • 115 gr de aceite de coco
  • 20 gr de aceite de ricino
  • 75 gr de manteca de cacao
  • 5 gr de cera de abejas
  • 25 gr de aceite de almendras (en traza)
  • 5 gr de glicerina líquida
  • 15 gotas de aceite esencial de romero
  • 10 gotas de aceite esencial de sándalo
  • 92.61 gr de sosa caústica
  • 226.66 ml de hidrolato de romero o infusión
  • hojas secas de romero

Elaboración:

  • Pesamos los ingredientes y reservamos.
  • Preparamos la lejía. Seguimos las medidas de seguridad y nos protegemos con ropa de manga larga, gafas protectoras, mascarilla y guantes. Seguidamente introducimos con cuidado la sosa caústica en el hidrolato de romero y removemos hasta que se haya disuelto por completo. En este paso debemos estar atentos a posibles salpicaduras, a no inhalar los vapores que desprende la sosa al entrar en contacto con el hidrolato y a la temperatura, ya que la mezcla puede llegar a alcanzar 80º.
  • Una vez tenemos la lejía preparada, ponemos a calentar el aceite de oliva, el de coco, el de ricino, la manteca de cacao y la cera de abejas. Reservamos el aceite de almendras dulces. Mantenemos a fuego medio hasta que la cera y la manteca se hayan disuelto por completo.
  • Una vez tenemos los aceites fundidos, sacamos del fuego y comprobamos la temperatura de los aceites y de la lejía. Debemos esperar hasta que alcance unos 60º,
  • Cuando ambos estén más o menos a la temperatura indicada, procedemos a verter la lejía sobre los aceites (nunca al revés). Lo hacemos con mucho cuidado y poco a poco.
  • Empezamos a batir con la ayuda de una batidora hasta que la mezcla tenga la textura de un puré. Unos cinco minutos aproximadamente.

  • Cuando la mezcla esté más fría, añadimos el aceite de almendras dulces y la glicerina y volvemos a batir de nuevo para que se integre bien.

  • Añadimos unas cuantas hojas de romero y reservamos el resto para enmoldar.
  • Mezclamos de nuevo.
  • Por último, añadimos los aceites esenciales y batimos de nuevo para acabar de integrar toda los ingredientes.

  • Preparamos los moldes poniendo en el fondo unas cuantas hojas de romero.

  • Añadimos el jabón a los moldes y luego acabamos de decorar poniendo más hojas de romero secas por encima.

  • Tapamos con una toalla y dejamos reposar entre 24-48 horas para que se lleve a cabo el proceso de saponificación y se solidifiquen bien los jabones.

  • Pasado este tiempo y una vez estén los jabones bien sólidos, desmoldamos y cortamos si es necesario.
  • Dejamos reposar los jabones, separados entre sí durante un periodo de 4-6 semanas para que se acaben de curar.
  • Listos para disfrutarlos!


Archivado en: Afecciones capilares, Afecciones de la piel, Circulación Sanguínea, Cosmética Natural, Jabones y Velas, Remedios Naturales, Tratamientos Capilares, Tratamientos Corporales, Tratamientos Faciales Tagged: jabón casero, jabon artesanal, jabon de romero y sándalo, jabon piel grasa