Sin más preámbulos, vayamos al asunto.
- 2-3 boniatos o batatas (si son ecológicos se pueden limpiar con un cepillo pero no hace falta pelarlos, si no quieres)
- 3 cucharadas de grasa (aceite de coco, manteca, grasa de bacon, sebo…)
- 1 cucharadita de sal
- ¼ de cucharadita de canela en polvo
- ⅛ de cucharadita de nuez moscada
- ⅛ de cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de piel de naranja (ecológica), rallada fina
- Precalentar el horno a 200 grados. Forrar la bandeja de horno con papel para hornear.
- Usando una mandolina o un cuchillo bien afilado (y buen pulso), cortar los boniatos finos, algo menos de 2 milímetros de grosor.
- Poner una capa de boniatos sobre la bandeja de horno y pincelarlos con la grasa derretida. Si lo deseas, en este momento puedes espolvorearlos con sal, o bien esperar hasta sacarlos del horno, cuando los mezcles con las demás especias.
- Hornear hasta que se vuelvan dorados y crujientes, unos 10 minutos. Hay que vigilarlos cerca del final de la cocción, porque pasan de crujientes a quemados en un abrir y cerrar de ojos.
- Mientras se están horneando, mezclar la sal, canela, nuez moscada, jengibre y piel de naranja en un bol.
- Sacar los chips del horno y pasarlos a una rejilla para que se enfríen. Espolvorear con la mezcla de especias mientras siguen calientes.
- Repetir con el resto de los boniatos.
- ¡A disfrutarlos!