Receta: "soupe à l'oignon"

Por Theblackcity @Theblackcity
Hace unas semanas, fui a la feria slow food "Algusto" que se celebraba en el BEC de Barakaldo. Allí coincidi con el sukaldari Eneko (@enekosukaldari, www.enekosukaldari.com), el cual me llevó por los mejores puestos, donde acabé comprando lo que os enseñé en este post. Entre todas las maravillas que había, no me podía ir sin dos cosas que he aprendido a valorar y apreciar gracias a Eneko: la sal de Añana y las cebollas moradas de Zalla. Siempre me hablaba de su sabor especial, de ese toque dulce, pero no las habia probado.
Con mis cebollas en casa, sólo tenia una receta en mente: la sopa de cebolla típica francesa que tomaba de pequeña. Sí, es una bobada, pero oye, a mi hay ciertas sopas y ciertos sabores que directamente me trasladan a Francia, a lugares especiales para mi, a recuerdos, sonidos y olores que me hacen sonreir. 
La receta es sencilla, sin complicaciones. Miré en algún blog francés, en alguno en castellano, y pregunté a todos los cocineros que me rodean: cada uno tiene su versión, así que he decidido hacer la mía, y si en casa me han pedido que la repita, es que tan mal no lo hice! :)
Lo que le he puesto a la sopa:
-6 cebollas hermosas de Zalla
-algo más de litro y medio de agua
-sal de Añana
-nuez moscada
-pimienta
-laurel
-dos chupitos de brandy: uno para la sopa, otro para el cocinero. (jajajaja es broma!)
-una cucharada rasa de harina
-una nuez de mantequilla
-aceite
-pan de maiz de Panko.
-queso emmental o gruyère (al gusto)
Lo que vais a necesitar y/o manchar:
-un padre amoroso que os corte la cebolla en juliana. Se puede sustituir por madre, novio, novia, hermanos, primos... lo que tengas a mano.
-cuchillos
-tabla de madera
-cuchara de madera
-cazuela
-pañuelos de papel (¡¡la cebolla PICA!!)
Al lio:
1. Le pides a tu padre/madre/hermano que te corte la cebolla en juliana, si tu no eres capaz, como es mi caso. Chica, tengo cariño a mis diez dedos de las manos, y me daba pena cortarme uno.
2. En una cazuela hermosa, pones a calentar un chorro hermoso de aceite, y una nuez de mantequilla. Cuando se deshaga, añadimos la cebolla cortada.
4. Añadimos la hoja de laurel, pimienta al gusto y nuez moscada rallada
3. Ahora es cuando entra el slow food. Yo lo tuve casi una hora a fuego suave, para que se fuera caramelizando la cebolla poquito a poquito, sin prisa. La versión fuego medio-alto, funciona parecido, pero ¡ojo! que si se quema la cebolla, la hemos liado parda.
4. Cuando esté caramelizada, con ese color marroncito sin llegar a ser quemado, añadimos el chupito de brandy, dejamos que se evapore un poco y le ponemos la harina, y la cocinamos con la cebolla, removiendo para que no se queme.
5. Ponemos la mitad del agua hirviendo, removiendo. Vertemos el resto, subimos el fuego, y lo tenemos 15 minutos hirviendo.
6. Añadimos la sal de Añana al gusto, más pimienta si se quiere, y dejamos que repose a fuego bajo.
7. Cortamos una rebanada de pan de maíz, o cualquier otro, pero comprad un pan decente. Tostamos las rebanadas y cuando estén crujiente las ponemos sobre la sopa en la cazuela. Cubrimos de queso rallado emmental o gruyère (o mezclados) y lo gratinamos en el horno.
8. Bon appétit!  :)
Pan de maíz y de espelta de Panko (C/Marqués del Puerto, Bilbao)
Las tres fases de la cebolla morada de Zalla.
Vale, lo mio no es el shooting... jajaja por cierto, la cuchara, de mi hermano, está debajo del plato con su nombre grabado.