El pastel una vez que lo saqué del horno perdió un poco de altura, quedó como un bizcocho compacto y un poquito húmedo pero en la parte superior se formó una capa finita y seca que, además, parecía que quedaba separada del resto de pastel. Sin duda a quien le gusten los pasteles húmedos le encanará esta receta sobre todo si también le gustan las castañas. En el caso de que queráis que os quede más esponjoso podéis añadirle un sobre de levadura a la receta que os dejaré. Como he comentado la castaña en formato embutido me lo dio mi suegra y tengo la sensación de que lo trajo su hija de Suiza así que en ese caso he pensado que se puede hacer la crema de castañas con castañas congeladas o naturales cuando sea el momento, además precisamente hace unos meses vi que en Mercadona tenían unas bolsas de castañas congeladas (no sé si aún las tienen), así que tan sólo las tendríamos que hervir, escurrir y chafar con un tenedor para formar la pasta de castaña. INGREDIENTES:
PROCEDIMIENTO: