El hecho de cocinarlos, suele ser un motivo de reunión para toda la familia, teniendo así un momento de conversación excepcional. Si para su elaboración se reúnen mujeres de distintas familias, la conversación principal será los distintos métodos de producción en cadena que se emplea en cada una de las familias, intentando dejar claro que nuestros métodos son mucho mejor que los la de los otros. La elaboración se suele hacer en un proceso en cadena en dónde cada persona tiene un cometido diferenciado que le es encomendado al principio de la producción. Dependiendo de la cantidad de gente que participe, una persona podrá tener uno o varios cometidos.
Normalmente el proceso es el siguiente:
• Se elabora la masa
• Se hace una bola con parte de ella y se extiende con el rodillo intentando que esta “torta” sea lo más fina posible sin fisuras ni pliegues
• Se corta en tiras la torta tras plegarla, y se amontonan unas tiras sobre las otras
• Se cortan éstas en el otro sentido de modo que hagamos pequeños cuadrados
• Se separa cada uno de los cuadros y se extienden sobre la mesa
• Se pone un trocito de carne picada con cebolla sobre cada cuadradito
• Se hacen los cestitos que posteriormente serán comentados sino siguen la estandarización en tamaño y forma predefinidos (Aquí era dónde yo me ponía a crear formitas de lo más pintorescas, aunque a mí no se me criticaban por eso de ser guiri)
• Se ponen todos encajaditos unos con otros en una sartén con un poco de aceite, se fríen levemente para que se cocine la carne
• Se ponen en un recipiente con agua hirviendo y se cuecen unos minutos
• Se sacan, escurren y se sirven con la mezcla de yogurt antes comentada
Se tardan como unas 4 horas en hacer una ración de unas 4 personas, con lo que realmente no merecería la pena sino es por tener una agradable conversación. Con ello quiero decir que personalmente me gusta haber vivido esta experiencia pero creo que no voy a volver a repetirla si no es, claro está, con gente que sea de mi agrado. (Como lo fue esta primera vez)
Como podéis ver la forma de los cestitos es especialmente arquitectónica y pictórica. Guardada similitud con la Catedral metropolitana en Brasilia de Niemeyer (por poner algún ejemplo).