Cambiar de década.
Los cambios de década producen vértigo. Para algunas mujeres, el peso del cero en la fecha de cumpleaños puede tener un efecto desmoralizante que las mantiene pensativas y taciturnas por semanas. Para otras es un día más, sin gran trascendencia: sin pena ni gloria para exhibirle al universo. Y están las que deciden festejarlo sin reparos. Reuniendo en la fecha señalada familiares y amigos para celebrar que tienen 40 y son felices....
Atenuemos tu desconcierto. No me equivoqué de imágenes porque esté sufriendo la resaca intelectual de la semana de carnaval. Es que las imágenes de "finger food" que vas a ver en este post, fueron preparadas para una de esas mujeres que consideraron que cumplir 40 años era una ocasión para el despilfarro de alegría y buenos momentos. Una mujer que invitó a esta desmesurada y su socia a organizar una juerga a nuestra manera, de las que son divertidas, lucidoras y frugales. Pongamos las cosas en claro desde ya: la gastronomía no es uno de mis intereses elementales. Y en estas recetas fáciles, tentadoras y frugales tuve poca incidencia...Honestamente, mi única incidencia fue mencionar que la lechuga no se veía bien en la foto. Si en este momento estás pensando: desmesurada y obsesiva te concedo sin argumentos la razón absoluta. Es probable que se te ocurran un par de adjetivos más que no me permite escribir el apego a las buenas costumbres. Suerte que la "socia" es también "mejor amiga" y conoce tanto y con tanta paciencia a esta desmesurada que ni se inmuta. Y si es necesario, me arregla la lechuga para que yo tenga la foto que quiero.
Luego de esta introducción comprenderás que más allá de ser una entrada dedicada a recetas fáciles para fiestas frugales, es un homenaje a dos mujeres que hacen de cada circunstancia de la vida un motivo de celebración. En primer lugar para Natalia, que decidió festejar el inicio de su mejor década acompañada de las Ciruelas a pleno -somos un equipo de trabajo sexista, eso parece- y para Claudia, que hace un trabajo que deleita invitados pero nunca tiene su justa expresión en imágenes.
Tres recetas: fáciles, ricas y frugales.
Se puede agasajar invitados sin recurrir al clásico sandwiche de miga. En un horizonte proyectado más allá de los pebetes y las pizza cortada en cubitos, podemos dejarnos sorprender por una amplia variedad de posibilidades. Claro, que si de mi familia habláramos, la ausencia del consabido "sanguchito" es pecado capital, sin embargo, para los mortales que pueden sobrevivir cuatro horas de fiesta sin carbohidratos en forma de rebanadas, les ofrezco tres bocados fáciles de preparar. Tan amables ellos que tienen tanto éxito en su versión sofisticada como cuando se presentan en toda su mundana frugalidad:
- Mini-pitas rellenas.
- Tomates cherry con salsa de ave.
- Pinchos capresse.
Para esta ocasión las mini-pitas fueron caseras. Hechas a pulso por mi homenajeada de hoy. Sin embargo, pensando en todas aquellas que les va la vida en el jolgorio familiero pero miran un kilo de harina como si fuese el origen de una epidemia infecciosa (si me siento identificada nadie se asombre) estoy segura de que pueden pedirle a la panadería amiga pitas del tamaño que prefieran. Y ponerse creativas con los rellenos. Los que se ven en las primeras imágenes se corresponden con recetas tan populares como ricas: jamón y queso, mediterráneo (verduras salteadas, tengo entendido que la berenjena es fundamental) y chop suey.
También pueden dedicarle un poco de cariño a sus seres queridos rellenando tomates con mayonesa de ave, preparación que les prometo desarrollar con detalle en otra ocasión para no generar falsas expectativas. La gastronomía y la desmesura son universos paralelos. Coexistentes pero paralelos. O hacer lo que sí pueden hacer las que sufrimos una minusvalía gastronómica: preparar pinchos capresse con un queso cremoso, tomates y albahaca. Si están inspiradas y tienen en su cocina un cortante del tamaño adecuado, pueden darle al queso una terminación más esmerada.
Tantos sabores salados a mí, personalmente, me despiertan la necesidad de un poco de azúcar en sangre. Por eso dejé para el final un plus de felicidad en forma de brochettes de frutas, una receta tan fácil de preparar como los pinchos anteriores, pero que puede acompañarse con salsa de chocolate y ser presentada individualmente en esos recipientes divinos que llaman "shots". Tanto si usás vasitos descartables y fruta de estación como si te ponés exótica con las frutas y disponés de contenedores de vidrio, el resultado es igual de feliz para quien disfruta de los pinchos.
Celebra fácil y frugal.
Se puede celebrar sin perder la cabeza, la billetera y tu tiempo de ir a la peluquería. Se puede disfrutar sin sorprender con preparaciones complejas, apelando a recetas fáciles para fiestas frugales. Tus invitados seguramente agradecen cada detalle de la presentación admirando cómo los sabores cotidianos se transforman en bocados de fiesta. Se puede además, pensar en volver mañana a este blog desmesurado, que se tomó el miércoles de carnaval de vacaciones y vuelve esta semana un sábado, para traerte otro post con estrategias de escritura para blogueras que relatan, cocinan, cuidan hijos y lucen espléndidas. Especialmente cuando cumplen 40. ¿Nos vemos mañana?
PD: no sé si notaron que esta entrada llegó tan liviana como las recetas frugales que dio a luz. Como parte de un ejercicio de "ensayo y error" en el escenario 2.0, estoy probando qué lecturas son las que Google favorece con todo su amor. Obviamente para luego contártelo con lujo de detalles y que reflexionemos juntas sobre el tema. Ahora,,,es posible que para mañana necesiten un poco más de paciencia porque la frugalidad de letras no es una de mis virtudes espontáneas.