Hoy estamos ante una receta fácil y rápida si obviamos que hay que dejar cosas marinando de un día para otro. Consideraremos rápido dado que el marinado no requiere nada de nuestro tiempo, sólo planificación para tener disponibles las cosas en el momento de ir a cocinarlas.
Esta receta nos sirve tanto para verano como para invierno, variando únicamente la temperatura del puré.
El material usado:
- Recipiente
- Cazuela
- Sartén
- Batidora y su vaso
Los ingredientes:
- Guisantes
- Leche
- Cinta de lomo de cerdo
Para el adobo del cerdo:
- Salsa de ostras
- Agua
- Aceite
- Miel
- Cointreau
El proceso:
Cortaremos la carne en daditos. Podeis hacerlo vosotros o que lo haga el carnicero. El asunto es que queden piezas que sean fácilmente comestibles de un sólo bocado.
En un recipiente haremos la mezcla del adobo. De la cantidad de carne que echeis y de la intensidad que querais dependerá la cantidad de ingredientes que echeis. A más salado, intensidad y dulzor, más miel y salsa de ostras. A más cítrico, más Cointreau.
Una vez removido y homogeneizado todo lo posible, taparemos con papel film el recipiente y lo dejaremos en el frigorífico hasta el día siguiente o unas cuantas horas al menos.
El puré de guisantes es tan fácil de hacer que casi hasta da vergüemza contarlo. Pondremos a cocer los guisantes, los pasaremos por la batidora y luego, si queremos, colaremos el puré para que quede fino.
Reservaremos y meteremos a la nevera también hasta la hora de servir. La idea es tener un puré frío y un cerdo calentito recién hecho. La mezcla, al final, será algo templado muy rico.
Llegada la hora de cocinar, escurriremos bien el cerdo. Podemos escurrirlo bien o escurrirlo bien y pasarlo por harina ligeramente para que no salpique en la sartén.
Sartén que, para variar, estará sin casi aceite y muy muy caliente. La intención es que la carne se selle rápido y pierda el mínimo jugo posible.
La finalización:
Cuando la carne esté dorada (a gusto del consumidor) tan sólo tendremos que echar el puré al plato, poner los dados de cerdo por encima y quizás algún adorno como ralladura de limón o un concentrado de lo que haya quedado en la sartén.
Consejos y apuntes finales del chef:
En el adobo he utilizado productos que quizás sean un poco raros o que no tengais todos en casa. No os preocupeis, aquí os dejo los sustitutos:
- La salsa de ostras puede ser sustituída por salsa de soja.
- El Cointreau puede ser sustituido por Grand Marnier o si tampoco teneis, por ralladura y zumo de naranja.
- Si no teneis miel (que sirve de cualquier tipo) podeis utilizar azúcar, aunque claramente no será el mismo efecto.
Si habeis echado una buena cantidad de naranja al cerdo (ya sea en fruta o licor), quizás querais echarle un poquito de limón al puré de guisantes. Yo he optado por un ligero toque de yuzu, porque no tenía limón. Ralladura de la cáscara también vale, por supuesto... pero recién rallada, por favor :)
No os asustéis si el cerdo se pone con color quemado rápido: es cuestión de los azúcares del adobo en el que ha estado metido.
Para hacer el puré más fino aún, podemos echarle leche al gusto (de esta manera se licuará y será más ligero de textura). Si preferimos algo un poco más contundente, echaremos nata. Y si queremos darle un poco de brillo extra, mantequilla :D