Hoy os traigo un postre muy sencillo, original y romántico para que dejes ojiplático a tu medio limón (y es que la cosa va de frutas…) en San Valentín o cuando tu prefieras, que hay quererse todos los días. La clave de ésta, recae en los moldes en forma de corazón que adquirí en Casa Viva, por supuesto aplicables a una infinidad de recetas tanto dulces como saladas hechas a mano y con mimo. Así que, con la herramienta idónea y con un presupuesto muy competitivo podemos darle un giro romántico a cualquiera de nuestros platos para vivir una velada con mucho love.
Ingredientes:
Piña en almibar, helado de yoghurt, sirope de chocolate y granada.
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